Cistitis hemorrágica, daño irreversible a vejiga y otros riesgos del uso prolongado de Ketamina

El consumo de ketamina conlleva varios riesgos, siendo uno de los más habituales la posibilidad de experimentar un estado psicodélico no anticipado.

Mariana Mestizo Hernández

    Cistitis hemorrágica, daño irreversible a vejiga y otros riesgos del uso prolongado de Ketamina

    La sustancia psicoactiva conocida como ketamina, también referida como "k", "keta" o "special K", ha sido objeto de atención en diversos contextos. A pesar de que su consumo no es generalizado, se ha observado un posible punto álgido en su historia. 

    Según informes del Journal of Psychopharmacology hace unos meses, aproximadamente el 11% de la población mundial ha experimentado con esta sustancia. Además, en Estados Unidos, las incautaciones de ketamina han experimentado un aumento significativo, con un incremento del 349% desde el año 2017.

    Efecto analgésico de la Ketamina

    La ketamina se utiliza mundialmente como un anestésico seguro y eficaz, con mínimo impacto en las funciones respiratorias. Su versatilidad es valiosa en entornos con recursos limitados, como zonas de guerra, al no requerir equipos avanzados para la monitorización. Además, su administración puede realizarse de diversas maneras, y su efecto de sedación es distintivo respecto a otros anestésicos.

     "Técnicamente se la define como anestesia disociativa, porque la persona no queda dormida, sino desconectada de su cuerpo y de su entorno. Los pacientes pueden parecer conscientes y tener los ojos abiertos, pero están desconectados de su entorno y no responden al dolor", describe Eduardo Hidalgo, autor de un libro sobre la materia, Ketamina (Amargord, 2005).

    La singularidad de esta sustancia radica en su amplio espectro de efectos, los cuales varían significativamente según la dosis administrada. Dosis elevadas (1-4.5 mg/kg vía intravenosa) inducen los efectos anestésicos previamente descritos.

    Por otro lado, medidas intermedias (0.3-0.5 mg/kg vía intravenosa) provocan experiencias visionarias intensas que perduran entre una y dos horas. Estos efectos psicodélicos, según testimonios, oscilan entre lo sublime y lo aterrador, y poseen una capacidad sin igual para desencadenar lo que algunos psiconautas han denominado "el viaje de la pequeña muerte".

    Riesgos asociados al uso de Ketamina

    El consumo de ketamina conlleva varios riesgos, siendo uno de los más habituales la posibilidad de experimentar un estado psicodélico no anticipado. Esto puede dar lugar a ataques de pánico, ya que la persona puede empezar a percibir efectos inesperados y desconocidos para ella.

    A pesar de que la ketamina presenta un potencial adictivo menor en comparación con sustancias como la cocaína, la morfina o la heroína, el uso prolongado puede dar lugar a una rápida tolerancia y a la posibilidad de desarrollar adicción. En este contexto, los individuos tienden a aumentar las dosis con el fin de mantener el mismo efecto.

    "Conviene no llevarse a engaños por el hecho de que la ketamina tenga propiedades psicodélicas y, en general, este tipo de sustancias no produzcan dependencia. Está más que constatado que un porcentaje (tal vez en torno al 10-15%) de los usuarios habituales termina por cumplir los criterios diagnósticos de la adicción", explicó Eduardo Hidalgo en su libro sobre la sustancia. 

    Cistitis intersticial o cistitis hemorrágica como efecto secundario

    El consumo prolongado y en grandes cantidades de ketamina se asocia comúnmente con la cistitis intersticial o cistitis hemorrágica como uno de sus efectos secundarios. Esta condición se manifiesta a través de la inflamación de la vejiga, dando lugar a síntomas como dolor al orinar, urgencia y frecuencia aumentada para orinar, presencia de sangre en la orina, y, en casos más severos, puede ocasionar daño irreversible en la vejiga, llegando incluso a requerir su extirpación.

    La ketamina ha evidenciado ser un fármaco prometedor en el tratamiento de la depresión resistente, especialmente en casos que no responden a los antidepresivos convencionales. Rupert McShane, profesor de psiquiatría en la Universidad de Oxford y director de los estudios sobre ECT y ketamina en Oxfordshire, vislumbra un futuro significativo para este enfoque terapéutico. "Estoy completamente seguro", afirmó. 

    "Me sorprende que la gente sea reticente a reconocer la evidencia. Hay cientos de ensayos controlados aleatorios que respaldan sus beneficios, en investigaciones tanto a corto como a largo plazo. Me considero afortunado de haber estado al frente de un avance que claramente tendrá un impacto terapéutico significativo", agregó.

    Ketamina: efecto rápido como antidepresivo

    Contrariamente a los antidepresivos convencionales, que pueden requerir semanas para manifestar efectos, la ketamina presenta una acción rápida, a menudo evidente en cuestión de horas o días. Este efecto antidepresivo veloz resulta especialmente valioso en casos de pacientes con pensamientos suicidas, donde un tratamiento inmediato es crucial.

    "La depresión es como un freno constante en nuestra mente, que dificulta el flujo de pensamientos y emociones. Es como conducir con el freno de mano puesto: se avanza, pero es difícil. La ketamina actúa liberando ese freno, permitiendo pensar con claridad y sentir más energía y motivación", manifestó McShane. Añadiendo que es una pena que el uso de la ketamina no sea más habitual en la clínica. "Dos investigaciones recientes muestran que es tan efectiva como la ECT (que induce convulsiones eléctricas en pacientes anestesiados), pero con menos efectos secundarios. La ketamina podría ser una opción en lugar de la ECT".


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