Las dolencias en la espalda, suelen ser consecuencia de una disfunción de la vesícula biliar.
Se debe tener claro que cuando se habla de disfunciones de la vesícula biliar, se hace referencia al mal funcionamiento o alteración en el funcionamiento de la misma.
Aun así, las enfermedades de la vesícula no se reflejan en ningún sitio concreto de la columna o del sistema músculo-esquelético. Por el contrario, una simple irritación o espasmo de la vesícula (por estrés o una incorrecta alimentación) pueden dar lugar a los diferentes problemas como mareos, cefaleas, dolor en la nuca e incluso, a largo plazo, pueden acarrear problemas más graves como hernias discales.
¿Por qué se altera el funcionamiento de la vesícula biliar?
Entre las primeras causas que afectan la vesícula se evidencian los factores nutricionales como abuso excesivo en el consumo de carnes rojas, embutidos; también perjudica la leche y el queso, la naranja, la mandarina y especialmente, el chocolate.
Los alimentos mencionados anteriormente deben ser eliminados, y se debe introducir una dieta a base de alimentos con alto contenido de nutrientes, vitaminas y minerales que ayuden a la regulación de la vesícula.
También hay factores emocionales que repercuten en la vesícula biliar como lo son: la amargura, el enfado contenido y retenido, los disgustos y otras emociones asociadas al rencor.
Este tipo de emociones alteran rápidamente la vesícula biliar, haciendo que esta repercuta de diferentes formas en la espalda, músculos y articulaciones (debido a los bloqueos vertebrales de la zona cervical que acaban produciendo problemas en la columna dorsal).
Importancia del fisioterapeuta en el tratamiento
Estas disfunciones vesiculares son muy frecuentes en nuestra sociedad moderna, regida por el estrés, la competitividad, los constantes cambios de vida que constituyen un verdadero reto para el fisioterapeuta.
El fisioterapeuta debe de saber reconocerlos y tratarlos de manera integral (utilizando terapias alternativas como la fitoterapia o la gestión de emociones), ya que que si no se abordan de una forma integral y únicamente se enfocan tratando los síntomas localizados como el dolor, la contractura, la inflamación o los bloqueos vertebrales sólo se conseguirá mejoras parciales; arriesgando al paciente incluso a la cronificación del problema.
Cuando una cronificación de un problema de éste tipo llega a las manos de un médico, éste prescribirá grandes cantidades de antiinflamatorios, analgésicos, corticoesteroides, relajantes musculares y fármacos en general que sólo mitigarán el problema y acabarán empeorando otras partes de su salud como: riñones, hígado u otros órganos debido a los efectos secundarios de los medicamentos.
Vesícula biliar y el dolor de espalda
Cuando las vértebras adoptan una posición inadecuada a causa de una disfunción de la vesícula biliar, los músculos se tensionan al punto de provocar dolencias. De hecho, el mal funcionamiento de la vesícula biliar puede alterar la salud de los músculos, al punto de llevarlos a experimentar un espasmo muscular.
Esto genera una continua y sostenida tensión en el disco. Como consecuencia, se produce la deshidratación del mismo y, a largo plazo, se origina una hernia discal.
Fuente de consulta aquí
