El exceso de alcohol y alimentos fritos durante las festividades aumenta las consultas médicas en enero. Conoce cómo equilibrar tradiciones culinarias con cuidado digestivo y cuándo buscar atención médica.

Diciembre llega cargado de celebraciones, novenas, cenas familiares y brindis que, aunque llenan de alegría esta época, también pueden pasar factura a nuestro sistema digestivo.
El exceso de alimentos fritos, el consumo elevado de alcohol y los cambios en los horarios de comida son factores que, según los expertos, generan un aumento considerable de consultas médicas en enero.
En entrevista exclusiva con la revista Medicina y Salud Pública, el Dr. Alejandro Concha, jefe de Gastroenterología y presidente de la Asociación Colombiana de Gastroenterología, comparte recomendaciones fundamentales para disfrutar las festividades sin comprometer la salud digestiva.
Contrario a lo que muchos podrían pensar, diciembre no es el mes con mayor número de consultas por problemas digestivos. El Dr. Concha explica que la realidad es otra:
"Diciembre no tanto, es más frecuente en enero. Entonces, claro, la gente después de un diciembre que puede ser un poco pesado o retador en este tipo de temas, mucha comida, comidas a diferentes horas, comidas tarde, las novenas son tarde. Un traguito de más hace que los pacientes en enero consulten mucho más frecuentemente a nuestros servicios."
Una de las principales preocupaciones durante las festividades es el incremento en el consumo de alcohol. El especialista es claro al respecto: el alcohol es un tóxico que, aunque culturalmente aceptado, puede causar daños severos si no se consume con responsabilidad.
"Lo primero para decirle a la gente es definitivamente la medida y la moderación es la clave para todo," advierte el Dr. Concha. Y añade: "El consumo agudo de alcohol puede producir incluso cuadros de hepatitis aguda.
Ese tóxico hace daño tanto en el metabolismo hepático como en el metabolismo pancreático y hace procesos de inflamación agudos y crónicos que pueden terminar deteriorando de manera prolongada su función."
El gastroenterólogo enfatiza que el alcohol puede llevar a complicaciones graves como cirrosis hepática y pancreatitis crónica, enfermedades que producen daños irreversibles en estos órganos vitales.
Consciente de que pedir abstinencia total en esta época es poco realista, el Dr. Concha ofrece alternativas prácticas:
"Hay que tomarse una copa de vino, un par de copas de vino, pero no necesita tomarse la botella completa. La botella de whisky no se necesita que la desocupe usted solo o la de aguardiente."
El experto recomienda tomar lentamente, consumir alimentos simultáneamente, mantenerse hidratado con agua entre copas, y estar atentos a las señales del cuerpo. "Cuando empezamos ya de pronto a sentirnos un poco mareados, pues creo que es hora de parar," señala.
La gastronomía colombiana navideña es rica en alimentos fritos y altos en calorías. Buñuelos, natillas, tamales y lechona son protagonistas de las mesas familiares, pero su consumo excesivo puede generar problemas digestivos.
El Dr. Concha es enfático en que no se deben abandonar las tradiciones, pero sí aplicar el sentido común: "Los colombianos tú sabes que no tenemos medida cuando hacemos algo. Nos gusta todo o nada. Vamos a la novena y en vez de comernos un buñuelito nos comemos dos, nos comemos tres buñuelos y, pues bueno, eso es una carga en calorías bastante importante."
Para quienes buscan disfrutar sin excederse, el especialista sugiere estructurar el plato de manera equilibrada: escoger una proteína (cerdo, pavo o pollo), un carbohidrato (no combinar arroz, papas y plátanos), incluir verduras o una ensalada con frutas, y moderar los postres.
"Un pedazo de natilla con un buñuelito, pero no te tienes que comer diez buñuelitos," ejemplifica con humor, reconociendo la dificultad de resistirse a las tentaciones navideñas siendo él mismo "colombiano hasta más no poder."
Muchas personas normalizan síntomas como inflamación o diarrea después de comidas copiosas, pero el Dr. Concha advierte cuándo es momento de buscar ayuda médica: "Si esa llenura ya no me dura tres horas o dos horas y pico, sino que me dura un día, dos días, tres días. Hombre, algo no va bien."
Otros signos de alerta incluyen vómito persistente, especialmente si contiene sangre; diarreas prolongadas con deposición negra o con sangre; y dolores abdominales intensos que no mejoran.
"Los síntomas digestivos prolongados, ¿por qué tienen que ser la norma? Eso nos debería llevar a que consultemos y busquemos ayuda. No necesita ir al gasto siempre, vaya a un médico," recomienda el especialista.
Para quienes planean viajar durante las festividades, el Dr. Concha ofrece recomendaciones específicas sobre el consumo de alimentos y agua fuera de casa. La principal: garantizar que el agua sea potable, ya sea embotellada o hervida si hay dudas sobre la calidad del suministro local.
"No comer en cualquier sitio. Es importante que no tengamos confianza o que no lo conozcamos, la alimentación puede traernos un mal momento si nos ponemos de abusivos con ello," advierte el experto.
Más allá de las recomendaciones médicas, el Dr. Concha hace un llamado a la responsabilidad familiar y social: "Nosotros somos el ejemplo de nuestras familias, luego el ejemplo empieza por casa."
El mensaje es claro: disfrutar las festividades es posible sin poner en riesgo la salud. La moderación, la hidratación, una alimentación balanceada y estar atentos a las señales del cuerpo son las claves para recibir el año nuevo con bienestar y salud digestiva.