Especialistas advierten que algunos medicamentos, como la rifampicina o los anticonvulsivantes, interfieren con el metabolismo hormonal y pueden provocar embarazos no deseados.
Cada vez más mujeres recurren a métodos anticonceptivos hormonales —como la píldora, la inyección, el parche, el implante o el anillo vaginal— para prevenir embarazos o regular su ciclo menstrual. Sin embargo, pocas conocen que el uso simultáneo de ciertos medicamentos puede reducir su efectividad, aumentando el riesgo de fallos en la protección.
De acuerdo con el portal especializado Tua Saúde, algunos fármacos alteran la forma en que el organismo metaboliza las hormonas. Esto sucede porque interfieren con las enzimas del hígado responsables de procesarlas, lo que acelera su eliminación del cuerpo. En consecuencia, las concentraciones hormonales disminuyen en el torrente sanguíneo y el anticonceptivo pierde su efecto protector.
Además, ciertos medicamentos pueden afectar la flora intestinal, provocando diarrea o vómito, lo que también impide que el cuerpo absorba adecuadamente las hormonas. Por estas razones, los expertos insisten en la importancia de consultar con un ginecólogo o médico de cabecera antes de iniciar cualquier tratamiento nuevo.
Entre los fármacos que más preocupan están algunos antibióticos, especialmente la rifampicina y la rifabutina, utilizadas en el tratamiento de enfermedades como la tuberculosis, la lepra o la meningitis bacteriana.
Estos antibióticos estimulan enzimas hepáticas que aceleran el metabolismo de las hormonas anticonceptivas, reduciendo su concentración en sangre y, por tanto, su eficacia.
Los especialistas recomiendan que durante el uso de estos medicamentos se adopte un método de respaldo, como el condón, para evitar embarazos no planeados. Otros antibióticos de uso común —como la amoxicilina o la azitromicina— generalmente no alteran el efecto anticonceptivo, pero siempre es recomendable verificarlo con un profesional de la salud.
Las mujeres que padecen epilepsia o trastornos neurológicos y usan anticonvulsivantes deben prestar especial atención. Medicamentos como la fenitoína, carbamazepina, topiramato, oxcarbazepina, felbamato y fenobarbital pueden disminuir la efectividad de los anticonceptivos hormonales.
Estos fármacos alteran la actividad de enzimas hepáticas y cambian la forma en que el cuerpo procesa las hormonas.
En estos casos, los especialistas recomiendan discutir con el médico opciones alternativas de planificación, como los métodos no hormonales (DIU de cobre, condón o diafragma), que no se ven afectados por estas interacciones.
No solo los medicamentos de prescripción interfieren con la planificación. Algunos remedios naturales o suplementos herbales también pueden modificar el equilibrio hormonal.
El ejemplo más conocido es la hierba de San Juan (Hypericum perforatum), un producto natural que se utiliza para tratar la depresión leve y la ansiedad. Esta planta acelera el metabolismo de los estrógenos y progestágenos, disminuyendo su concentración en sangre y reduciendo la eficacia anticonceptiva.
Por eso, incluso los productos “naturales” deben ser informados al médico o farmacéutico antes de combinarlos con un anticonceptivo hormonal.
No todos los fármacos interfieren con los anticonceptivos. Según Tua Saúde, los siguientes no afectan su absorción ni reducen su efectividad:
Ibuprofeno
Paracetamol
Dipirona
Dexametasona
Profenid
Aciclovir y valaciclovir (antivirales)
Nistatina (antifúngico)
Esto significa que pueden tomarse de forma segura junto a métodos anticonceptivos hormonales.