En términos de salud pública, diferenciarlas es crucial. La intersexualidad se refiere a personas nacidas con características físicas que no encajan claramente en masculino o femenino, mientras que la transexualidad describe a personas cuyo sexo biológico coincide con un género tradicional, pero cuya identidad de género es opuesta.
La participación de la boxeadora argelina Imane Khelif en los Juegos Olímpicos de París ha generado una gran polémica debido a su intersexualidad. Este es un tema que ha generado diferentes opiniones en el público, pero más allá de la controversia, es crucial proporcionar información adecuada para comprender mejor esta condición.
Para aclarar este asunto, desde la Revista MSP, hablamos con el Dr. Héctor Enrique Amy, director del Centro de Salud Deportiva y Ciencias del Ejercicio del Departamento de Medicina Física del Recinto de Ciencias Médicas de Puerto Rico, quien explicará la condición desde una perspectiva médica.
Según el Dr. Amy, "la intersexualidad es un término que se está usando recientemente y básicamente antes se le llamaba hermafroditismo". Explica que este término se refiere a una condición en la que una persona puede nacer con ambos sexos, masculino y femenino, debido a diversos factores genéticos y, en algunos casos, a tumores o quistes que afectan el desarrollo hormonal.
El experto aclara que "en el caso del hermafroditismo o un intersexo, generalmente es una mujer que tiene un desarrollo de un pene y una vagina, ambos, no tiene útero, no tiene ovarios, pero sí puede tener, en algunos casos, órganos masculinos como los testículos retroperitoneales. Sin embargo, no va a descender nunca".
Esta condición puede manifestarse en cambios físicos como crecimiento de vello, reducción de senos y desarrollo de masa muscular extra. Además, puede haber desarrollo de órganos sexuales en prominencias o disminuidos.
En el ámbito deportivo, la intersexualidad puede presentar desafíos específicos. El Dr. Amy menciona que "tiene muchos rasgos masculinos: tiene un cuerpo masculino y obviamente debe tener una fortaleza física superior a la de una mujer, así que estando compitiendo con mujeres, obviamente va a estar en ventaja". Este factor ha sido objeto de debate, especialmente en competencias internacionales.
Esta diferencia hormonal puede influir significativamente en el rendimiento deportivo, lo que ha llevado a debates sobre la equidad en competencias.
No obstante, es importante diferenciar la intersexualidad de la transexualidad. "El tema de la intersexualidad no es lo mismo que ser transgénero. En el caso de la intersexualidad, tú no tienes control sobre tu condición, mientras que una persona transexual decide cambiar su género", explica el Dr. Amy.
La intersexualidad es una condición biológica en la que una persona nace con características sexuales físicas que no se ajustan típicamente a las definiciones médicas estándar de masculino o femenino.
Estas características pueden incluir una mezcla de cromosomas sexuales, gónadas, órganos sexuales internos y externos. Por ejemplo, una persona intersexual puede tener cromosomas XX (típicamente asociados con el sexo femenino) pero desarrollar características sexuales secundarias masculinas debido a variaciones hormonales.
La transexualidad, por otro lado, se refiere a la experiencia de una persona cuya identidad de género no coincide con el sexo asignado al nacer. Esto significa que una persona que es asignada como hombre al nacer (basado en la apariencia de sus genitales) puede identificarse y vivir como mujer, o viceversa. La transexualidad está más relacionada con la identidad de género y cómo una persona se siente y se identifica internamente, en lugar de sus características biológicas.
"El tema de la intersexualidad no es lo mismo que ser transgénero. En el caso de la intersexualidad, tú no tienes control sobre tu condición, mientras que una persona transexual decide cambiar su género". Las personas transexuales pueden optar por someterse a tratamientos hormonales y/o cirugías para que su cuerpo se alinee más con su identidad de género, aunque no todas las personas transexuales eligen o pueden acceder a estas intervenciones médicas.
El experto comenta que es importante reconocer que existen pruebas médicas para detectar y entender mejor la intersexualidad. "Nosotros tenemos pruebas de sangre, ecografías, resonancias magnéticas y otras herramientas que nos permiten saber qué cambios hay en el organismo, en su aparato reproductor y en su desarrollo sexual y fisiológico" puntualizó.
El diagnóstico puede comenzar prenatalmente con ultrasonidos y análisis genéticos, y continuar al nacer con exámenes físicos. Evaluaciones genéticas y hormonales determinan el tipo y causa de la intersexualidad. Exámenes de imagen como ecografías y resonancias magnéticas, junto con la laparoscopia, ayudan a visualizar y examinar los órganos internos.
El manejo de la intersexualidad involucra un equipo de endocrinólogos, genetistas, urólogos, ginecólogos, psicólogos y trabajadores sociales, abordando tanto los aspectos médicos como los psicológicos y sociales.
