La diabetes continúa posicionándose como uno de los mayores retos de salud pública en la isla, con cifras que muestran un crecimiento sostenido en las últimas décadas.
Durante la convención anual de la Academia de Médicos Generalistas y Médicos Primarios de Puerto Rico, el Dr. Jorge de Jesús, endocrinólogo con más de cuatro décadas de experiencia, presentó un panorama preocupante: la prevalencia ha escalado del 8% en 1981 al 20% en la actualidad.
“En 1981, cuando inicié mi carrera, la prevalencia rondaba el 8%. Hoy, en regiones como Ponce, Arecibo y Mayagüez, las cifras son aún más altas. Esto nos confirma que, aunque hemos avanzado en el tratamiento, la prevención sigue siendo nuestra gran asignatura pendiente, sobre todo en las comunidades más vulnerables”, advirtió el especialista a la Revista Medicina y Salud Pública.
El incremento, según explicó, afecta de manera desproporcionada a las mujeres, a las personas con menores ingresos y a quienes tienen menos acceso a educación formal. De manera curiosa, los datos reflejan que los individuos que nunca han estado casados presentan la menor incidencia.
El experto alertó que la diabetes tipo 2, anteriormente considerada una condición exclusiva de adultos, se diagnostica cada vez más en adolescentes y jóvenes, principalmente asociada a la obesidad y a antecedentes familiares.
“Un adolescente diagnosticado a los 12 años podría desarrollar complicaciones renales, cardiovasculares o neurológicas antes de los 25 si no se actúa con rapidez. La detección temprana y la educación familiar son herramientas esenciales para frenar esta tendencia”, indicó.
Entre las causas, mencionó el sedentarismo, los hábitos alimentarios poco saludables y la alta disponibilidad de productos ultraprocesados y bebidas azucaradas, que durante años formaron parte de la dieta escolar.
El especialista insistió en la necesidad de reconocer la obesidad como una enfermedad crónica que requiere un abordaje integral y sostenido. En este sentido, destacó los avances de los medicamentos más recientes, como los agonistas de GLP-1, que ayudan a reducir el peso, prevenir la diabetes y disminuir el riesgo de complicaciones.
“Estos fármacos, que incluso pueden prescribirse a partir de los 12 años, han mostrado beneficios en la prevención de enfermedades cardiovasculares, renales y respiratorias como la apnea del sueño. No obstante, urge que sean más accesibles para garantizar un impacto real en la salud pública”.
Con apenas 70 a 80 endocrinólogos en toda la isla, el manejo inicial de la diabetes recae principalmente en el médico primario, quien constituye la primera línea de defensa para la detección y seguimiento.
“En esta convención presentamos las actualizaciones más recientes de la Asociación Americana de Diabetes. Las guías cambian con rapidez debido a los avances en la investigación clínica, y es indispensable que el médico primario se mantenga al día para optimizar el cuidado del paciente”, sostuvo.
Este acceso a formación continua no solo fortalece la capacidad diagnóstica y terapéutica, sino que también permite implementar estrategias de prevención adaptadas a las realidades socioeconómicas y culturales de cada comunidad.
El especialista subrayó que la adherencia al tratamiento es uno de los retos más grandes, y que el ejemplo personal del médico puede ser una poderosa herramienta motivacional.
“El ejemplo arrastra más que las palabras. Cuando el paciente ve que su médico mantiene un peso saludable y realiza actividad física, se siente motivado a seguir esas recomendaciones. Pequeños cambios diarios, como caminar 15 minutos en la mañana y 15 en la noche, pueden generar grandes resultados”, expresó.
Asimismo, insistió en que la prevención debe comenzar con cambios en el estilo de vida, una dieta balanceada y el control de factores de riesgo desde edades tempranas. “No esperemos a que los síntomas se agraven. La detección temprana y el manejo integral son la clave para reducir el impacto de esta enfermedad que, de no atenderse, puede llevar a complicaciones como insuficiencia renal, neuropatía, pérdida de visión y enfermedad cardiovascular”, concluyó.
El Dr. de Jesús hizo un llamado a todos los médicos primarios a reforzar su compromiso en la lucha contra la diabetes, trabajando en equipo con nutricionistas, psicólogos, especialistas y, sobre todo, con los propios pacientes, para revertir la tendencia creciente de esta condición en Puerto Rico.