Cada vez aumenta más la incidencia de la diabetes tipo 2 en la población infantil

Cifras del Departamento de Salud, revelan que dos de cada tres adultos en Puerto Rico tienen diabetes. Esta enfermedad crónica afecta a más de 500 millones de personas en el mundo y es llamada la nueva gran pandemia por su alta prevalencia.

Alexander Triana Yanquén

    Cada vez aumenta más la incidencia de la diabetes tipo 2 en la población infantil

    Según la data de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), aproximadamente entre el 30 a 40 % de las personas con diabetes, aún no son diagnosticadas con la condición y tampoco reciben tratamiento. 

    De acuerdo con un informe oficial del Departamento de Salud, Puerto Rico tiene una media de prevalencia en diabetes, más alta que en Estados Unidos, un 13,3 % frente a un 10,6 % respectivamente. 

    Desde el programa “Expertos en salud” de Revista de Medicina y Salud Pública, conversamos con la endocrinóloga Dra. Sheila Pérez Colón, quien habló sobre el impacto de esta enfermedad en la población pediátrica, y el manejo que actualmente se les brindan a los pacientes infantiles.

    “Usualmente, la que es más común en niños y adolescentes es la diabetes tipo 1, pero estamos viendo más incidencia y prevalencia de diabetes tipo 2 en esta población, algo que antes decíamos que era de adulto, desafortunadamente no lo vemos así”, dice la Dra. Pérez.

    Rangos de edades y sintomatología

    Según la doctora Pérez, se ha logrado establecer que “la diabetes tipo 1 se presenta en niños pequeños, alrededor de las edades de 2 y 4 años, y después el otro pico más o menos a los 10 años, pero lo podemos tener durante toda la infancia y la adolescencia”, dice.

    Ahora, es importante reconocer los signos y síntomas de esta enfermedad que suelen ser similares en la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2. Esta patología se caracteriza por el aumento de azúcar en la sangre y su resistencia o rechazo a la insulina. 

    Síntomas

    Los pacientes con diabetes tienden a tener más sed de lo habitual, orinar demasiado (en el caso de los niños, mojar la cama de noche cuando nunca les sucedió antes), tener mucha hambre, bajar de peso sin intención, sentirse irritable o tener cambios en el estado de ánimo, sentirse cansado y débil, tener visión borrosa. 

    “Si usted nota que su hijo, o su hija tiene estos signos o síntomas… todo esto es una red flag. Deberíamos verificar y llevarlo al doctor para descartar que no tengamos diabetes”, afirma la doctora.

    Tratamiento de diabetes en niños

    Es importante aclarar que el tratamiento varía según el tipo de diabetes que se diagnostica en niños y adolescentes. El común denominador de la diabetes es la insulina, por ello: “ Si tenemos diabetes tipo 1, lo que pasa es que hay deficiencia a la insulina y el único tratamiento es darle insulina; y en la diabetes tipo 2 hace resistencia a la insulina. Usualmente comenzamos con modificación en la dieta y el estilo de vida, eso varía un poquito el tratamiento”, asegura la Dra. Pérez. 

    Además, comenta la doctora que hay más alternativas en el tratamiento de diabetes para adultos que para niños. Para el control de la diabetes, en el mercado hay medicamentos de tipo oral, variedad en insulina, e inyecciones. 

    El tratamiento ha evolucionado

    “Cuando descubrimos la insulina hace muchos años, era con la inyección o el sirinx. Después se descubrió lo que era el bolígrafo lo que le llamamos el ‘pen’ (la pluma de insulina), que es como un bolígrafo y solamente se oprime un botoncito y ya, y entonces luego surgió la opción de las bombas de insulina”, explica.

    Las bombas de insulina y el CGM

    Este es un dispositivo que regula la administración de insulina en el organismo y con el que se pueden administrar las dosis: “el niño no tiene que recibir tantas inyecciones al día. Con la tent (bolígrafo) son varias inyecciones al día. La bomba le está administrando automáticamente insulina… son menos pinchazos, y también tenemos nuevas opciones que es lo que conocemos como el monitoreo continuo de glucosa el CGM, que ha sido una bendición tanto para los padres como para los cuidadores, porque con este device los papás pueden saber el azúcar que tiene el niño”, comenta.

    Esto quiere decir que el CGM permite que los papás sepan por medio de una aplicación en su celular, la cantidad de azúcar que tiene su hijo mientras está en la escuela. De tal manera que saben los momentos en los que necesita su dosis de insulina: “Eso nos ayuda a los padres, como a nosotros los endocrinólogos a hacer unos ajustes más específicos y no tener que esperar, por ejemplo, a la hemoglobina A1c cada tres meses o al device que se conoce como el glucómetro, sino que con ese CGM podemos ver más específicamente cada cinco minutos cuál es el azúcar en la sangre”, asegura Pérez.

    Cambios de hábitos para el manejo de la diabetes

    La actividad física tiene diferentes beneficios, hace que su cuerpo sea más sensible a la insulina, lo cual ayuda a manejar la diabetes, a controlar los niveles de azúcar en la sangre y reduce el riesgo de tener enfermedad cardíaca y daño en los nervios.

    Por si fuera poco, ayuda a mantener un peso saludable, bajar de peso (si lo necesita), a sentirse más feliz, dormir mejor, mejorar la memoria, controlar la presión arterial, reducir el colesterol LDL (“malo”) y aumentar el colesterol HDL (“bueno”). 

    Tarea de familia

    La diabetes, al estar presente en niños, estos tienden a querer ocultar que tienen la condición por temor a los prejuicios sociales y sienten que la diabetes es una complicación en sus relaciones sociales. “Yo siempre le recomiendo a la familia que lo hagan en términos de familia, no solamente el paciente que tiene diabetes: tú tienes diabetes, no puedes comer esto, no. Tenemos que ser todos para apoyarlo, y para que no se sientan diferentes”. 

    Complicaciones de diabetes tipo 1 y tipo 2

    “Una de las complicaciones de tipo 1 que se presenta cuando no está controlada o cuando estamos omitiendo la administración de insulina, es lo que se conoce como cetoacidosis”, dice la endocrinóloga, y se refiere puntualmente a que esta complicación puede llevar al niño a presentar cuadros severos y “el niño termina en una emergencia, a veces termina hospitalizado”, dice.

    Otra de las complicaciones de la condición como tal, “son las mismas que la de los adultos”, dice. Por ejemplo: “la retinopatía, o las condiciones en los ojos, los problemas en los riñones, la neuropatía (con los nervios), complicaciones cardiovasculares. Todas estas complicaciones son las mismas que en adultos”, afirma. 

    “Por ejemplo: diagnosticamos a un niño con diabetes a los 10 años o a los 12 años, versus un adulto a los 40 años con diabetes tipo 2; obviamente esas complicaciones de la diabetes van a ser mayores y antes de tiempo, a veces a los 30 o a los 20 tienen complicaciones cuando eso no se veía”, aclara. 

    Es importante comprender que la diabetes, a largo plazo podría causar ceguera, fallo renal, fallo cardíaco, y hasta amputaciones. 

    Diagnóstico de diabetes

    En tanto al diagnóstico, es importante saber que los especialistas utilizan los mismos métodos de exámenes de análisis para detectar la enfermedad: “Utilizamos las mismas pruebas para tipo 1 y tipo 2”, dice Pérez. 

    “Comenzamos con la hemoglobina glicosilada A1c, la cual tiene que ser de 6,5 en adelante tanto tipo 1 como tipo 2; examen aleatorio de glucosa sanguínea, un azúcar al azar de 200 miligramos por cm2 para arriba, examen de glicemia en ayunas, de 126 para arriba, o examen de tolerancia oral a la glucosa, y exámenes de detección. Con cualquiera de estos parámetros se diagnostica diabetes, si tenemos síntomas… Ya una vez tengamos los síntomas y los laboratorios de diabetes tipo 1 y diabetes tipo2, ahí es cuando les mandamos estudios adicionales como el anticuerpo pancreático”, concluye Pérez. 

    Recomendación

    Los especialistas concuerdan que los pacientes deben ser conscientes de su condición, y tomar medidas preventivas junto al médico tratante, cambiar su estilo de vida, sus hábitos nutricionales, iniciar una dieta que el nutricionista les indique y establecer dinámicas de cuidado conjunto con los familiares y cuidadores. Además, acudir al médico para el tratamiento de seguimiento. 

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