Las primeras investigaciones sugieren que la variante Ómicron puede causar síntomas más leves que las variantes anteriores del coronavirus.
Funcionarios de salud de Estados Unidos recortaron el lunes las restricciones de aislamiento para los estadounidenses que contraen el coronavirus de manera asintomática de 10 a cinco días, y de manera similar acortaron el tiempo que los contactos cercanos necesitan para ponerse en cuarentena.
Los funcionarios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) dijeron que la guía está en consonancia con la creciente evidencia de que las personas con el COVID-19 son más infecciosas dos días antes y tres días después de que se desarrollen los síntomas.
La decisión también fue impulsada por un aumento reciente en los casos del coronavirus, impulsado por la variante Ómicron.
Las primeras investigaciones sugieren que Ómicron puede causar síntomas más leves que las variantes anteriores del COVID-19. Pero la gran cantidad de personas que se infectan y, por lo tanto, tienen que aislarse o ponerse en cuarentena amenaza con aplastar la capacidad de los hospitales, las aerolíneas y otras empresas para permanecer abiertas, dicen los expertos.
La directora de los CDC, Rochelle Walensky, dijo que el país está a punto de ver una aumento en los casos de Ómicron.
“No todos esos casos van a ser graves. De hecho, muchos estarán asintomáticos”, dijo a The Associated Press el lunes. “Queremos asegurarnos de que exista un mecanismo mediante el cual podamos continuar manteniendo la sociedad funcionando de manera segura mientras seguimos la ciencia”, afirmó.
Más temprano en la jornada, el principal epidemiólogo del gobierno de Estados Unidos, Anthony Fauci, dijo que se estaban reconsiderando algunas de las medidas contra la pandemia, como el tiempo de aislamiento de quienes se han contagiado o si los viajeros deben mostrar una prueba de vacunación en vuelos domésticos.
En una entrevista con la cadena MSNBC, Fauci dijo que cree que el requerimiento de comprobar el estado de vacunación contra COVID-19 en vuelos dentro del país "debería ser seriamente considerado".
Aunque no quiso decir cuál es la postura de Biden al respecto, Fauci comentó que este mandato podría incentivar a quienes no se han vacunado todavía.
"El grupo por el que estamos muy preocupados son los no vacunados porque aunque este virus es menos grave, el volumen del número de casos que vamos a tener pudiera en realidad poner una carga en el sistema hospitalario", dijo Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés).
Hasta ahora, Estados Unidos solo pide prueba de vacunación a los viajeros de vuelos internacionales que no sean ni ciudadanos ni residentes permanentes, aunque todos deben probar que han dado negativo en un test de coronavirus.
En los vuelos domésticos, no existe ningún requisito para viajar.
Fauci adelantó que el gobierno de Joe Biden estaba evaluando "seriamente" reducir el tiempo de aislamiento que deben cumplir aquellos que se han expuesto al virus, aunque no presenten síntomas.
El pasado jueves los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) establecieron una excepción para el personal de salud, que deberá estar en cuarentena durante cinco días.
"Hay tanta gente que se está infectando, incluyendo contagios en gente que está vacunada, que estamos estudiando la posibilidad de reducir el tiempo de aislamiento", indicó.
En los últimos días, cientos de vuelos han sido cancelados en Estados Unidos debido al aumento del número de contagios entre las tripulaciones, por lo que los consejeros delegados de las grandes aerolíneas, como Delta, United y American, han pedido a los CDC que reduzcan a cinco los días de aislamiento.
EE.UU. TIENE UNA BAJA TASA DE VACUNACIÓN
Estados Unidos tiene una tasa de vacunación baja comparado con otros países como Portugal (88%), Chile (87%) o España (90%) y eso a pesar de que las vacunas están disponibles para todos los grupos de edad en farmacias, centros de salud y hospitales.
En concreto, 61% de la población estadounidense tiene la vacunación completa, mientras que 39% todavía se resiste a ponérsela, de acuerdo con los últimos datos de los CDC.
Por EFE y AP.
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