Reino Unido y Estados Unidos se pronunciaron ante la situación de incertidumbre causada por el COVID-19, argumentando que aún es temprano para pensar en una cuarta dosis.
Las primeras investigaciones sugieren que la variante Ómicron puede causar síntomas más leves que las variantes anteriores del coronavirus.
Aprovechando la versatilidad del ARNm como sistema de expresión investigadores prueban la efectividad obteniendo mayor información para actuar contra el VIH.
Financiamiento, preparación médica y concientización sobre la vacunación, son algunas de las medidas tomadas por el gobierno.
Los médicos continúan investigando la efectividad de las vacunas actuales contra la nueva variante, pero aseguran que las personas no deben esperar para recibir una vacuna o una dosis de refuerzo.
En todos los pacientes las secuelas a largo plazo COVID-19 posagudo, pueden afectar significativamente la calidad de vida.