Un nuevo caso clínico se registra en territorio boricua por irregularidad cardíaca en un paciente joven como efecto secundario del nuevo coronavirus.
Belinda Z. Burgos González, Eduardo Najar
A nivel mundial desde que inició la emergencia salubrista las comorbilidades más comunes que se han presentado en individuos contagiados por el patógeno han sido casos respiratorios, cardíacos y gastroentéricos.
Un nuevo caso clínico se registra en Puerto Rico cuando un joven de 19 años de edad se acerca a sala de emergencias del Hospital Municipal con síntomas de náuseas, diarrea y vómitos, tras evaluaciones primerizas y una prueba PCR se valida que posee COVID-19, además en exámenes anexos se determina que padece de tres episodios aislados de bradicardia, cuadro que no había registrado en la literatura de la Isla.
“Durante el mes de Agosto 2020 tuvimos un caso de un adolescente masculino de 19 años, sin historial médico de enfermedades o alergias conocidas, que presentó con tres días de evolución de diarreas y vómitos asociados a dolor de pecho y malestar general”, dijo la Dra. Jinette Santos Rodríguez.
Tras la consecución de sintomatología el paciente es evaluado y diagnosticado previamente de una condición abdominal, sin embargo, esto ante ausencia de indicios que pudiesen direccionar una posible irregularidad en el corazón, lo que ponía en vilo la precisión de los especialistas.
“El paciente fue evaluado en la sala de emergencias y se encontró moderadamente deshidratado y afebril. Fue admitido al piso de Pediatría del Hospital Municipal de San Juan con sospecha de enfermedad por intoxicación alimentaria versus síndrome viral. Durante la hospitalización fue diagnosticado con COVID-19 a través una prueba molecular de PCR”, sostuvo la residente.
Cómo mantiene la especialista las evaluaciones y pruebas que realizadas previamente al paciente en el ámbito cardiaco y vascular no arrojaron resultado de una posible irregularidad, lo que suscitó en un descarte indumento de alguna cardiopatía o condición que involucra el sistema.
“Lo más llamativo y raro del caso fue la presentación súbita y aislada de los episodios de bradicardia moderada asintomática. Los laboratorios básicos que incluían enzimas cardiacas fueron ordenados, además de estudios de imagen como placa de pecho y un electrocardiograma. El paciente fue evaluado por el cardiólogo y tanto los laboratorios básicos y estudios de imagen fueron negativos. No se encontró evidencia de trastornos cardíacos, eléctricos o estructurales. Estos episodios de bradicardia se resolvieron espontáneamente sin ninguna intervención médica. No se reportó ningún otro episodio similar durante su hospitalización bajo el servicio de Pediatría”, asegura la médico.
La prestación del COVID-19 es individualizada ya que depende de múltiples factores de cómo se pueden manifestar algunas condiciones, ningún sistema del cuerpo está exento de verse afectado por el patógeno y mucho menos de presentar alguna ruralidad que puede incluso ser asintomática.
“Como pudimos apreciar, este caso nos demuestra que las infecciones por COVID-19 en pacientes pediátricos pueden tener diversidad de manifestaciones sistémicas que pueden variar desde disminución en el ritmo cardiaco, hipoxia, cambios inflamatorios sistémicos que a su vez pueden ser causantes de daño permanente a los órganos como el corazón”, afirma la salubrista.
Además agrega: “Reportar estos síntomas aislados y su presentación súbita es de vital importancia pues nos permite entender la patofisiología, así como el curso y las complicaciones asociadas a esta enfermedad”.
Casos cardiovasculares han sido protagonistas en varios pacientes que han acudido a sal de emergencias y han sido remitidos a observación tras dar positivo a SARS-CoV-2, ya que es este sistema ha sido el que más ha desarrollado anormalidades y que más se ha visto afectado por el virus.
El fallo cardiaco agudo ha sido la complicación más reportada con un 8%-12% de los pacientes presentando estos síntomas. Eventos coronarios, disfunción ventricular, edema pulmonar agudo y arritmias también han sido complicaciones comunes observadas en Unidades de Cuidados Intensivos.
