Este tipo de casos ocurre en 0.05% por cada 100 mil habitantes en Estados Unidos, según autor del caso
Los linfomas siguen aportando a la literatura científica por sus comportamientos no esperados.
Así se demostró en un caso de un paciente de 62 años registrado en Puerto Rico, que arribó a las salas de emergencias del Manatí Medical Center (MMC), según reveló a Medicina y Salud Pública (MSP) el Dr. Carlos Arturo Colón Guzmán, parte de la residencia del Manatí Medical Center y parte de los autores del caso.
Narró que el paciente acudió con malestar general y una parasitosis en la que manifestó que tenía gusanos en su piel y erupciones cutáneas que iniciaron dos semanas antes de acudir al centro de salud.
Cabe destacar que a este paciente se le había realizado una biopsia en piel en Isla, que arrojó negativo. Pese a este resultado, el hombre no mostraba mejoría, informó.
“La erupción era generalizada y el paciente presentó linfadenopatía -inflamación de los ganglios linfáticos- durante los últimos cuatro meses, y, luego de la extirpación de un nódulo y el resultado de la biopsia, se demostró que había células de tipo T con comportamiento de linfoma tipo B”, reveló.
El linfoma cutáneo de células T (CTCL) es un tipo de cáncer poco frecuente que comienza en los glóbulos blancos llamados células T (linfocitos T).
En el linfoma cutáneo de células T, las células T desarrollan anomalías que las hacen atacar la piel y puede provocar enrojecimiento de la piel similar a una erupción, manchas redondas ligeramente elevadas o escamosas en la piel y, a veces, tumores de la piel.
Existen varios tipos de linfoma cutáneo de células T. El tipo más frecuente es la micosis fungoide. Algunos tipos de linfoma cutáneo de células T, como la micosis fungoide, progresan lentamente y otros son más agresivos.
En este caso se trató del linfoma T angioinmunoblástico (LTAI), una variante que representa alrededor del 4% de todos los linfomas, y el 20% de los linfomas T, que se caracteriza porque presenta una arquitectura difusa de los ganglios linfáticos.
Mientras, el linfoma B de células grandes (LBDCG) es uno de los tipos de linfomas más frecuentes y agresivos en el adulto y constituyen entre un 30 a 40% de los casos de Linfoma no-Hodgkin (LNH). Se llama así porque tiene su origen en las células de la línea B (las células tumorales son linfocitos de gran tamaño).
Añadió que este paciente tuvo un factor de riesgo para desarrollar este linfoma pues había tenido una infección crónica del virus de Epstein-Barr, que causa la mononucleosis.
“Se trata de una presentación poco usual de un linfoma de células T de tipo angioinmunoblástico, No hodgkin. La característica que lo diferencia de otro tipo de linfoma es que presenta características de células B, que sería un linfoma hodgkin en comparación al linfoma de células T, es decir, son células T que se compartan como células B”, reveló.
“Este tipo de linfoma ocurre en 0.05 por ciento por 100 mil habitantes en Estados Unidos, así que es muy extraño que nos encontremos con este tipo de linfoma. Como médicos primarios debemos reconocer los factores de riesgo de nuestros pacientes, específicamente aquellos con enfermedades crónicas virales y el seguimiento médico debido al riesgo que tienen para desarrollar estas malignidades. En este caso no fue sencillo lograr conocer el diagnóstico, pues tuvimos que recurrir a la biopsia excisional de nódulo completo, que debería ser el método más usado para este tipo de pacientes”, concluyó.