Llegó por una mordida en el labio y sin imaginarlo, cuando los sus laboratorios arrojaron que sus plaquetas estaban en cero.
Belinda Z. Burgos González
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
Llegó por una mordida en el labio y sin imaginarlo, cuando los sus laboratorios arrojaron que sus plaquetas estaban en cero.
Este fue el caso de una mujer de 69 años que arribó a la sala de emergencias del Hospital Auxilio Mutuo, que acudió a su médico primario por una mordida en el labio que no paraba de sangrar.
“El médico le ordenó unos laboratorios donde se vio que ella tenía las plaquetas en cero. Esto es grave, porque las plaquetas ayudan a que uno no se siga desangrando. Puede provocar una hemorragia masiva”, explicó a la Revista de Medicina y Salud Pública (MSP) la doctora Priscila Alvarez González, del Hospital Auxilio Mutuo.
Los niveles de plaquetas que se consideran normales pueden rondar entre los 150 a 450 mil plaquetas por mililitro en sangre. Las plaquetas, también llamadas trombocitos, son partes de la sangre y ayudan a la coagulación.
No obstante, al ser ingresada en el hospital sus laboratorios aún arrojaban que tenía 5 plaquetas por mililitro en sangre, considerado aún grave. En este caso se consideró que la paciente tenía una Trombocitopenia Primaria (PTI), enfermedad rara en sangre que se caracteriza por la presencia de niveles bajos de plaqueta.
La paciente fue tratada con medicamentos esteroides, pero sin embargo, no respondía al tratamiento. Los médicos en ese instante se dieron cuenta que era una PTI Refractaria y los niveles de leucocitos altos, según la Doctora.
“Tenía además leucocitosis (aumento en el número de células de glóbulos blancos de la sangre) y le hicieron una biopsia de médula ósea. Ahí se halló una Leucemia Linfocítica Crónica -un tipo de cáncer de la sangre y la médula ósea-. Esta condición es rara porque solo pasa entre 1 a 5% de los pacientes. Cuando la paciente empezó a tratar con Rituximab, un anticuerpo monoclonal y ahí la paciente comenzó a responder y sus niveles de plaquetas comenzaron a subir”, sostuvo.
“Fue por una mordida en el labio que se descubrió que esta paciente que estaba de lo más bien tenía una leucemia y una trombocitopenia”, afirmó.
Los médicos Natalia Rivera, Sherli Martínez, Luis Baez, Ramón Freese, entre otros, fueron parte del equipo en este caso.