Una condición muscular prácticamente solo vista en jóvenes debutó en una mujer adulta mayor de 81 años y presenta un revés para la literatura científica.
Dr. Juan José Vélez Rivera, jefe de residentes del Programa de Residencia de Medicina de Familia de Manatí Medical Center
Belinda Z. Burgos
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
Una condición muscular prácticamente solo vista en jóvenes debutó en una mujer adulta mayor de 81 años, sin historial pre existente.
Según confirmó a la revista Medicina y Salud Pública (MSP) el doctor Juan José Vélez Rivera, jefe de residentes del Programa de Residencia de Medicina de Familia del Manatí Medical Center (MMC), la paciente de 81 años arribó a la sala de emergencias de esta institución cuando presentaba signos como caída del párpado izquierdo y la comisura labial hacia al lado izquierdo.
“De acuerdo a los síntomas y al historial que tenía nuestra paciente se piensa que la misma presentaba síntomas relacionados a un derrame cerebral. Se realizan exámenes de entrada los cuales incluyeron un “CT” y “MRI” de cabeza, ambos con resultado negativos para evento agudo”, explicó el Dr. Vélez.
“Durante su hospitalización, la paciente continuaba con disfagia, por lo que se decide realizar un ‘CT’ de pecho. El mismo reveló una masa en esternón, el cual levantaba bandera para dos diagnósticos: un linfoma versus un timoma ( tumor que afecta a las células epiteliales del timo). Ante estos hallazgos se decidió tomar pruebas de anticuerpos específicos para Miastenia Grave, los cuáles salieron positivos para dicha condición”, reveló.
La Miastenia Grave es una condición autoinmune la cual es causada por anticuerpos específicos los cuales bloquean la transmisión neuromuscular resultando en debilidad musculoesqueletal.
“Lo interesante del caso es la presentación poco común en esta población geriatrica, en nuestra paciente era la primera vez que presentaba estos síntomas aparte de que lo hacia de manera tardía; luego de los 50 años”
“La paciente fue dada de alta y en seguimiento con el servicio de neurología pudimos confirmar resolución de los síntomas que había presentado originalmente. De igual forma los resultados de la biopsia realizada a la masa en esternón fueron negativos para malignidad. Lo relevante del caso es que pudimos dar un diagnóstico que en primera instancia pensábamos que era un problema neurológico, secundario a su historial de fibrilación atrial auricular”, formuló.
Aunque fue poco común el caso, sin duda se comparte como guía para que más especialistas puedan tener en cuenta la condición sin importar el rango de edad del paciente.
“Entendemos que es de los primeros casos en una mujer de 81 años en Puerto Rico, de igual forma como médicos primarios nos recuerda la importancia de tener presente la posibilidad de esta presentación en esta población”, concluyó.