Se extendió al seno esfenoidal izquierdo después de una cirugía inusual
Médicos puertorriqueños revelaron el caso inusual de un tumor agresivo de cáncer que se extendió al seno esfenoidal, cavidades asimétricas llenas de aire que se encuentran en el hueso esfenoides del cráneo.
Se trató de un paciente de 50 años que hace 13 meses había atravesado una cirugía inicial, por experimentar una hemiparesia -disminución de la fuerza motora o parálisis parcial que afecta un brazo y una pierna del mismo lado del cuerpo- derecha leve y debilidad facial derecha leve.
La resonancia magnética cerebral mostró una gran lesión con contraste centrada en el lóbulo temporal izquierdo, con una posible extensión de la masa a través del ala mayor del esfenoides izquierdo hacia el seno esfenoidal izquierdo.
La tomografía computarizada maxilofacial mostró dehiscencia de la pared posterior del seno esfenoidal izquierdo. El paciente recibió radioterapia y más temozolomida diaria continua, seguida de 10 ciclos mensuales de terapia adyuvante con temozolomida.
La resonancia magnética cerebral realizada 6 meses después de la radioterapia no mostró signos de recurrencia de la enfermedad.
Trece meses después de la primera operación, comenzó a reportar dolores de cabeza. Fue entonces que otra resonancia magnética cerebral mostró una gran masa extraaxial centrada en el aspecto izquierdo del hueso esfenoides con una extensión hacia los senos etmoidal, esfenoidal y maxilar izquierdos.
El polo anterior del lóbulo temporal superior izquierdo y el lóbulo temporal mesial izquierdo mostraban pequeñas áreas de realce sugestivas de enfermedad intracraneal recurrente. El análisis histopatológico confirmó el diagnóstico de glioblastoma.
El glioblastoma es un tumor cerebral agresivo y maligno y la diseminación extracraneal del tumor es poco común. Puede extenderse a través de una hendidura o puede herniarse a través de la duramadre debido al aumento de la presión intracraneal durante mucho tiempo. Las células tumorales pueden infiltrarse y destruir la duramadre.
Todos estos mecanismos pueden conducir a una invasión de la base del cráneo con infiltración de huesos, tejidos blandos vecinos, senos paranasales, órbita y fosa infratemporal, concluye el caso.
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