Los médicos encontraron hueso donde no debía haberlo: una osificación heterotópica del mesenterio, una condición rara con menos de 80 casos reportados en el mundo.
Un hombre de 41 años acudió a un centro médico para el cierre de una ileostomía terminal, realizada un año antes tras complicaciones de una apendicitis aguda perforada que requirió hemicolectomía derecha.
El paciente se encontraba en buenas condiciones generales, asintomático y con la ileostomía funcionante. Como parte de la evaluación preoperatoria, se realizó una tomografía computarizada (TC) de abdomen con contraste que reveló un hallazgo inesperado: una imagen hiperdensa en el mesenterio sugestiva de tejido óseo.
Las imágenes tomográficas mostraron en los cortes coronales y axiales una imagen hiperdensa en la raíz del mesenterio sugestiva de formación de hueso, así como evidencia de cuerpo extraño hiperdenso sugestivo de hueso.
Este hallazgo motivó la exploración quirúrgica, donde se identificó una masa multisegmentaria ósea en la región retroperitoneal unida al mesenterio por adherencias abdominales, la cual fue resecada completamente.
Figura 1. Tomografía computarizada contrastada de abdomen en la que se observa imagen hiperdensa sugestiva de tejido óseo en el mesenterio. A) corte coronal: la flecha señala una imagen hiperdensa en la raíz del mesenterio sugestiva de formación de hueso; B) corte axial: la flecha señala evidencia de cuerpo extraño hiperdenso sugestivo de hueso.
Figura 2. Masa multisegmentaria ósea retirada durante el cierre de ileostomía. Fuente: imagen obtenida durante la realización del estudio.
El estudio anatomopatológico confirmó el diagnóstico de Osificación Heterotópica del Mesenterio (OHM), describiendo tejidos blandos benignos con trabéculas óseas maduras.
Macroscópicamente, la lesión correspondía a lo reportado en la literatura: tejido óseo irregular de consistencia dura con bordes definidos. El paciente tuvo una evolución postoperatoria favorable, recibiendo alta a los 5 días con analgesia convencional y mostrando recuperación satisfactoria en el control a los 15 días.
La OHM es una condición excepcional, con solo 73 casos reportados mundialmente hasta 2020 según la revisión de Althaqafi et al. Aunque puede presentarse en un amplio rango de edad (22-80 años), predominan los casos en pacientes de mediana edad, coincidiendo con nuestro paciente de 41 años.
La patogénesis de esta entidad parece involucrar múltiples factores. Como se evidencia en este caso (Díaz, J. et al), los antecedentes quirúrgicos abdominales (hemicolectomía e ileostomía previa) constituyen un factor predisponente importante.
Los mecanismos propuestos incluyen la diferenciación de células mesenquimales osteoprogenitoras estimuladas por factores inflamatorios locales, particularmente las proteínas morfogenéticas óseas (BMP) y el factor de crecimiento transformante beta (TGF-ß).
El diagnóstico suele ser incidental, ya que suele ser un hallazgo por imagen o en un procedimiento quirúrgico abdominal, como ocurrió en este paciente.
La TC abdominal es el estudio de elección, permitiendo no solo la detección sino también la planificación quirúrgica. Sin embargo, el diagnóstico definitivo requiere confirmación histopatológica, especialmente para diferenciarla de entidades malignas.
El manejo de la OHM depende fundamentalmente de la sintomatología. En casos asintomáticos como este -donde el hallazgo fue incidental- no se requiere intervención más allá de la resección realizada durante el procedimiento principal.
Sin embargo, cuando causa complicaciones como obstrucción intestinal o fístulas, el abordaje quirúrgico se hace necesario.
Es importante destacar que el pronóstico de la OH es favorable, sin evidencia de potencial maligno, aunque existe riesgo de recurrencia tras la cirugía. Algunos autores proponen medidas profilácticas con antiinflamatorios no esteroideos o bisfosfonatos, aunque la evidencia sobre su eficacia sigue siendo limitada.