Descubren riñón alojado en cavidad torácica de un bebé de 6 meses con hernia diafragmática y taquipnea

Tras estabilización, los cirujanos realizaron reparación del diafragma manteniendo el riñón ectópico in situ por su buen funcionamiento, con excelente evolución postoperatoria.

Katherine Ardila

    Descubren riñón alojado en cavidad torácica de un bebé de 6 meses con hernia diafragmática y taquipnea

    Un lactante masculino de seis meses, nacido a término sin complicaciones perinatales, fue referido a un centro hospitalario tras presentar un cuadro clínico inusual. 

    Tres días después de recibir sus vacunas de rutina según el esquema nacional de inmunizaciones, el paciente desarrolló síntomas inespecíficos que incluían fiebre moderada, tos intermitente, notable disminución de su actividad habitual y rechazo parcial a la alimentación. 

    La evaluación inicial realizada en el hospital de origen mediante radiografía de tórax reveló hallazgos radiológicos sugestivos de una hernia diafragmática congénita del lado izquierdo, lo que motivó su traslado inmediato para evaluación especializada y manejo quirúrgico.  

    Evaluación inicial y hallazgos clínicos

    Al ingreso, el paciente presentaba taquipnea (aceleración anormal del ritmo respiratorio) marcada con una frecuencia respiratoria de hasta 85 respiraciones por minuto, acompañada de fiebre de 38.2°C. 

    La auscultación pulmonar demostró una notable disminución del murmullo vesicular en el hemitórax izquierdo, mientras que la exploración abdominal reveló un abdomen excavado, signo característico en estos casos. 

    Como medidas iniciales de manejo, se decidió mantener al paciente en ayunas, se colocó una sonda nasogástrica para descompresión y se inició terapia intravenosa con fluidos, antibioterapia (Augmentin) y analgesia controlada con Paracetamol.  

    Estudios diagnósticos y hallazgos radiológicos  

    Los estudios de laboratorio iniciales incluyeron un perfil de coagulación completo, electrolitos séricos, pruebas de función renal y hepática, todos los cuales se encontraron dentro de los parámetros normales. 

    Sin embargo, el hemograma completo reveló un conteo de leucocitos en el límite superior normal (10 × 10?/L) con predominio neutrofílico del 75%. 

    La radiografía de tórax confirmó los hallazgos iniciales, mostrando un contorno diafragmático izquierdo borrado con áreas heterogéneas de lucidez y opacidad en la zona inferior del pulmón izquierdo, desplazamiento mediastínico hacia el lado contralateral y notable disminución de las sombras gaseosas abdominales.  

    El estudio definitivo mediante tomografía computarizada de tórax con contraste oral e intravenoso reveló un hallazgo anatómico inusual: además del defecto diafragmático posterolateral característico, se observó la herniación completa del riñón izquierdo hacia la cavidad torácica, acompañado de asas intestinales y el bazo. 

    El riñón ectópico mostraba características morfológicas y funcionales preservadas, con diferenciación corticomedular normal, excreción adecuada del contraste y ausencia de hidronefrosis.  

    Figura 1: La radiografía de tórax muestra hallazgos sugestivos de CDH.

    Figura 2: (a) TC preoperatoria con contraste que muestra una cavidad retroperitoneal izquierda que contiene intestino, bazo y un riñón funcional de tamaño normal, con un pedículo renal alargado. (b) Ecografía Doppler postoperatoria que muestra un flujo sanguíneo normal en la arteria renal y la vena renal. (c). TC postoperatoria con contraste que muestra el riñón con una excreción normal del contraste.

    Manejo quirúrgico y hallazgos intraoperatorios  

    Una vez estabilizado el paciente, se procedió a la intervención quirúrgica mediante abordaje abdominal. Los hallazgos intraoperatorios revelaron un defecto diafragmático de aproximadamente 4 cm de diámetro en su porción posterolateral. 

    El saco herniario contenía múltiples asas de intestino delgado, el colon transverso, el bazo y, de manera más notable, el riñón izquierdo en su totalidad.  

    La evaluación minuciosa de la anatomía renal demostró que el riñón se encontraba cubierto por peritoneo y situado en posición extrapleural dentro del tórax. Los vasos renales mostraban un trayecto elongado pero con origen anatómico normal, mientras que el uréter presentaba una longitud inusualmente aumentada. 

    Ante la preservación de la función renal demostrada por los estudios preoperatorios y la complejidad anatómica, se tomó la decisión quirúrgica de reducir todos los órganos herniados excepto el riñón, el cual se dejó in situ. 

    La reparación del defecto diafragmático se completó con suturas no absorbibles en puntos interrumpidos, dejando un pequeño espacio medial para acomodar el pedículo vascular renal y el uréter.  

    Evolución postoperatoria y seguimiento  

    El postoperatorio transcurrió sin complicaciones significativas. El paciente requirió ventilación mecánica durante 48 horas en la unidad de cuidados intensivos pediátricos, siendo exitosamente extubado al tercer día postquirúrgico. 

    La alimentación oral se reinició de manera progresiva a partir del cuarto día postoperatorio, alcanzando una dieta completa al séptimo día.  

    Los estudios de seguimiento incluyeron ecografía Doppler renal que demostró un riñón intratorácico de tamaño normal con adecuado flujo vascular y preservación de la arquitectura parenquimatosa. Las pruebas de función renal se mantuvieron dentro de los parámetros normales en todos los controles. 

    El paciente fue dado de alta al octavo día postoperatorio en condiciones clínicas satisfactorias.  

    Discusión clínica  

    Este caso (Afzal M, et al. (2025)), es una entidad clínica excepcional que combina dos anomalías congénitas: la hernia diafragmática de Bochdalek y el riñón intratorácico. }

    Desde la perspectiva embriológica, esta condición resulta de alteraciones en el desarrollo durante la octava semana de gestación, cuando ocurre normalmente el cierre del canal pleuroperitoneal y el ascenso renal a su posición definitiva.  

    La asociación entre hernia diafragmática congénita y riñón intratorácico es extremadamente rara, con una incidencia estimada de apenas el 0.25% de todos los casos de hernia diafragmática. 

    En la literatura médica revisada, se han reportado apenas 39 casos pediátricos similares en los últimos 37 años, lo que confirma la rareza de esta condición.  

    El manejo quirúrgico de estos casos requiere una evaluación minuciosa de la anatomía vascular renal y de la función del órgano ectópico. En este caso, la decisión de dejar el riñón in situ se basó en la preservación de su función demostrada por los estudios preoperatorios, la ausencia de anomalías estructurales significativas y la complejidad técnica que habría representado su reposicionamiento abdominal.  



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