Solo tenía historial de ser fumador y de enfermedad isquémica, pero su escenario clínico marcó un precedente en la literatura científica.
Y es que un paciente de 68 años arribó a la sala de emergencias del Hospital de La Concepción con síntomas neurológicos y de ataxia experimentados por un periodo de un mes aproximadamente.
El paciente tenía historial de asma, enfermedades coronarias y era fumador crónico por sobre 40 años, reveló a Medicina y Salud Pública (MSP) el doctor Caleb Pacheco, del Programa de Residencia de Medicina Interna del Hospital de La Concepción en San Germán.
La ataxia se trata del repentino movimiento muscular descoordinado debido a una enfermedad o lesión al cerebelo, área del cerebro que controla el movimiento muscular. Significa la pérdida de la coordinación, principalmente en las manos y en las piernas.
“Él llegó a la sala de emergencia y refirió que hace aproximadamente hace un mes sentía estos síntomas de ataxia y otros síntomas neurológicos, tanto puntuales como severos que también iban progresando. Cuando se encontraba en la sala, el paciente sufrió una caída por este déficit neurológico”, explicó.
“El déficit neurológico era bien notorio. Adicional a estos síntomas, el individuo estaba presentando visión borrosa, náuseas, vómitos, mareos, problemas del habla, problemas al tragar tanto líquidos como sólidos, entre otros”, añadió.
El Dr. Caleb Pacheco añadió que la ataxia en este paciente era “anti-intencional” pues mientras no realiza movimiento alguno, no presentaba desorden de movilidad.
“No obstante, cuando intentaba agarrar algunos objetos o trataba de realizar algún movimiento era algo notable el fallo neuronal”, puntualizó.
Exámenes radiológicos en un principio no mostraron déficit neurológico alguno.
“Una fusión lumbar reflejó el hallazgo que se evidenció, una pequeña elevación en las proteínas dentro del líquido cefalorraquídeo, pero no había alguna señal que mostrara un proceso infeccioso que era otra de las sospechas que habían cuando tenemos un paciente con estos síntomas”, sostuvo, pues las ataxias tienen un origen viral muy marcado.
“Durante el transcurso de hospitalización fue referido al área de rehabilitación y dos meses más tarde se realizó nuevamente una resonancia magnética. Sin embargo, en esta ocasión, se empiezan a ver cambios en comparación con las resonancias magnéticas previamente realizadas, y vimos atrofia (en el área cerebral) y esto no es tan fácil de ver a simple vista, pero esto es uno de los primeros hallazgos que nos llevó a pensar que el paciente estaba sufriendo de cerebelitis”, abundó.
La cerebelitis se trata de un proceso inflamatorio del cerebro, pero más adelante este diagnóstico también fue descartado .
“Una de las causas más comunes de cerebelitis es cuando el paciente presenta infecciones, eventos isquémicos, precisamente los que que ya se habían descartado. Ya que el individuo tenía un historial de haber sido un fumador, vimos que una de las posibilidades era un síndrome paraneoplásico. Cuando se completa el análisis del líquido cefalorraquídeo, se demuestra precisamente que el paciente tenía este síndrome”, confirmó.
El síndrome paraneoplásico es un síntoma que se desarrolla a causa de un tumor o célula cancerígena que se encuentra en estadio avanzado, las repercusiones se manifiestan por sustancias secretadas por estas protuberancias o anticuerpos que son usados como terapia contra la enfermedad.
“No hay demasiados casos que hayan presentado personas con este diagnóstico. Sin embargo, se ha encontrado que otros individuos con diferentes tipos de cáncer ya sea de pulmón, de sangre, especialmente el de Linfoma no Hodgkin, además de los ginecológicos y con posibles anticuerpos pudieran desarrollarlo”, aseguró.
Concluyó diciendo que en general este tipo de manifestaciones asociadas a este tipo de síndrome neurológico se registra entre 1 a 2% de la población, según literatura.
“Lo que más me impresionó del caso es que no está escrito en la literatura que este tipo de población presente estos síntomas y se puedan tratar”, reiteró.