Esta condición se trata de la acumulación de líquido en el pulmón secundaria a aumento de la presión hidrostática.
El edema pulmonar es la acumulación de líquido en el pulmón secundaria al aumento de la presión hidrostática. Se presenta con el desarrollo de disnea severa, taquicardia, y taquipnea, y puede ocurrir cuando la presión arterial sistólica excede los 160 mmHg y se asocia con insuficiencia cardíaca congestiva descompensada (CCF).
Esta condición clínica desafiante se maneja de manera aguda con diuréticos en dosis altas, sin embargo, un caso registrado en Puerto Rico demostró el beneficio de la nitroglicerina en dosis altas y una revisión de la literatura que apoya el mismo.
Se trató de un hombre de 63 años con antecedentes médicos de hipertensión, enfermedad de las arterias coronarias, insuficiencia cardíaca, enfermedad renal crónica (ERC) y diabetes mellitus, que se presentó a la sala de emergencia con disnea aguda y severa.
Según el reporte de caso, el paciente fue tratado inicialmente con un suplemento de oxígeno al 100% y nitroglicerina intravenosa (IV) en dosis alta (30 mcg / min), que se aumentó gradualmente hasta llegar a una dosis de 120 mcg / min. Después de 18 minutos de terapia agresiva, la condición del paciente mejoró y ya no requirió ventilación mecánica.
La nitroglicerina es un medicamento llamado vasodilatador. El ungüento de nitroglicerina previene la angina al relajar los vasos sanguíneos para que el corazón de manera exacerbada y por consiguiente, no necesite tanto oxígeno.
“La presentación del edema cardiogénico hipertensivo agudo requiere un diagnóstico y tratamiento inmediato, incluso antes de que los resultados de las pruebas de laboratorio estén disponibles, con el diagnóstico basado sobre antecedentes médicos, exploración física, electrocardiograma y radiografías de tórax. Este caso ha destacado el beneficio de la nitroglicerina intravenosa en dosis altas, y la revisión de la literatura respalda este enfoque de tratamiento”. enfatizan los autores.
El edema pulmonar cardiogénico tiene una incidencia de 10 entre 1,000 y tiene una prevalencia de más de 5 millones de pacientes en los Estados Unidos, siendo responsable para más de 1.000.000 de ingresos hospitalarios al año, según literatura.
Esta condición aguda puede provocar disfunción cardíaca ventricular, isquemia, presión arterial muy elevada, aórtica o mitral y disfunción valvular y arritmias agudas.
Otros tratamientos para este tipo de condición son morfina, furosemida, dopamina, entre otros.
Los autores del caso estaban adscritos al momento de la intervención al Departamento de Medicina Interna y el Departamento de Neumología y Cuidado Crítico del Hospital Municipal de San Juan y el Departamento de Cardiología del Centro Episcopal San Lucas de Ponce.
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Periodista y MPH, Bachillerato en Periodismo y Prejurídico de la Universidad del Sagrado Corazón y graduada de la Maestría en Salud Pública, de la Escuela de Medicina San Juan Bautista, Jefa de Redacción con 11 años de experiencia y líder de Redacción de la Revista de Medicina y Salud Pública (MSP).
Belinda Burgos
