Este paciente tenía historial clínico de dolor de cabeza, náuseas y vómitos.
Un tumor en un paciente pediátrico debutó de una forma no esperada por los médicos.
Y es que un paciente de 5 años que arribó a las salas de emergencias del Hospital Municipal de San Juan presentó síntomas asociados a un cuadro clínico neurológico que en un principio se pensó que era hidrocefalia.
Este paciente tenía historial clínico de dolor de cabeza, náuseas y vómitos, según sostuvo en entrevista con Medicina y Salud Pública (MSP) la Dra. Jessica Rosario Salero, del Departamento de Pediatría de la institución hospitalaria.
La hidrocefalia ocurre cuando se acumula líquido dentro de las cavidades (ventrículos) profundas del cerebro.
“Inicialmente lo primero que se diagnostica es hidrocefalia que también está asociado a tumores de la cabeza, pero las imágenes de las radiografías y tomografías computarizadas no revelaban ninguna anomalía en la cabeza, solo se vio la hidrocefalia y se pensó que los los síntomas eran efectos secundarios de la esta patología.
“La hidrocefalia se manejó, el paciente entró con el equipo de neurología para hacer un drenaje de los ventrículos hasta el abdomen y de esta manera aliviar la presión que tenía, pero eso no resolvió los síntomas del paciente. Por esto nos dimos a la tarea de mirar el cordón espinal completo y es cuando encontramos un tumor espinal”, añadió la doctora.
La Doctora hizo énfasis en que este tipo de casos son raros pues los tumores espinales tienen otros síntomas que no necesariamente se presentaron en este paciente.
“Este es un caso raro ya que por su localización, el paciente presentó otros tipos de síntomas como el dolor de espalda, sensibilidad en las piernas, dificultad para caminar, incontinencia urinaria y en algunos casos, hasta incontinencia fecal. Sin embargo, la presentación de él es como si hubiera sido una anomalía en cabeza pues eventualmente había perdido también la visión en un ojo y estos son síntomas de un tumor ya sea en la región cervical o en la cabeza. Por esta razón ha sido un caso llamativo e inusual”, aseguró.
“En la literatura encontramos que es raro, ya que en la mayoría de los tumores localizados en la espalda presentan una sintomatología localizada, no como lo presentó nuestro paciente que tenía hidrocefalia y síntomas craneales altos. Estos casos en la literatura ocurren en solo un 10% de pacientes pediátricos que se entiende que pueden sufrir este tipo de tumor y menos de 3% puede presentar la sintomatología que presentaba el paciente”, puntualizó.
Finalmente sostuvo que el tumor espinal puede curarse con un tratamiento otorgado por un especialista en neurocirugía.
“En el caso de nuestro paciente no requería ni quimioterapia ni radioterapia, era quirúrgico así que una vez que se removió el tumor, no habrán más problemas. Este tumor puede recurrir en ocasiones y la solución es la cirugía”, señaló.
La periodista Katherine Trujillo Useche colaboró en esta historia.