La droga combinada con heroína conforma la famosa “anestesia de caballo” utilizada entre personas con adicción
El uso de la denominada ”anestesia de caballo”” en Puerto Rico tuvo un momentum entre los años 2005 y 2008 aproximadamente, pero, continúa siendo parte de las drogas más retantes desde el prisma científico de la adicción y su impacto a la fisiología del cerebro.
Según la Dra. Priscila Sanabria, directora del Departamento de Fisiología de la Universidad Central de Caribe (UCC) en Bayamón, un proyecto piloto entre los laboratorios de la institución de la cual forma parte junto a una colaboración con el Dr. Carlos Jiménez, catedrático del Departamento de Fisiología del Recinto de Ciencias Médicas, busca evaluar si la Xilacina, en combinación con el opioide natural morfina, pudiera potenciar los efectos adictivos que esta droga provoca en modelos animales.
Uno de las observaciones que aumentan el interés científico por este medicamento lo son los testimonios de usuarios a drogas que afirman que la heroína, opioide sintético, les produce más placer cuando se combina con la anestesia de caballo, que es el nombre con el que se conoce a la Xilacina en la calle. La Xilacina, una droga diseñada originalmente para la década del ‘60 como antihipertensivo, no está clasificada como droga de abuso y es utilizada por veterinarios en la isla como sedante, relajante muscular y analgésico en animales. No obstante en Puerto Rico, a finales de la década del 90 y principio del siglo 20, también la Xilacina se ha utilizado como adulterante de las drogas de abuso heroína y cocaína, relató la investigadora a Medicina y Salud Pública (MSP).
A nivel neurofisiológico, la Xilacina, actúa como agonista de receptores que al ser activados reducen los niveles de neurotransmisores que mantienen a una persona alerta. Preliminarmente los investigadores han observado que la Xilacina sola puede generar cambios en la excitabilidad de neuronas ubicadas en la corteza frontal del cerebro, un área esencial y clave para la planificación de comportamiento, toma de decisiones y control de emociones, entre otras funciones.
Asimismo, la Dra. Sanabria recalcó que las personas que utilizan la ‘anestesia de caballo” no se administran dosis específicas, por lo cual el equipo de laboratorio se presta a administrar dosis basadas en el peso del modelo animal que a su vez les dará una idea de lo que pudieran ser aquellas dosificaciones con mayor impacto a nivel cerebral, sobre todo aquellos que pudieran ocasionar cambios en los circuitos nerviosos del placer.
“Las investigaciones básicas en el campo de la adicción a drogas han evidenciado que las drogas de abuso como la heroína, morfina, y cocaína generan cambios de comportamiento que se asocian a la adicción en los modelos experimentales. “Queremos comprobar si la combinación de Xilacina y heroína modifica significativamente los parámetros utilizados para evidenciar el estado de adicción.”, sostuvo.
“Hasta el momento hemos visto que a nivel celular la Xilacina sola sí produce alteraciones en la actividad eléctrica de las células piramidales de la corteza prefrontal. El próximo paso es evaluar si la Xilacina modifica el efecto que la morfina tiene en esta área cerebral”, estableció.
A pesar de que la mezcla de la Xilacina con heroína es parte de los problemas de salud pública en la Isla, la droga es legal y su mayor uso es entre los veterinarios del país en procedimientos quirúrgicos en animales grandes como los caballos o aquellos que tornan agresivos.
La Xilacina comenzó a llegar a Puerto Rico a partir del 1990 a través de varias casas agrícolas. Se ha documentado que la Xilacina en sobredosis es responsable de fatalidades al producir hipotensión, depresión cerebral, paro respiratorio y la muerte.