El diagnóstico de malignidades circulatorias es indispensable para prevenir graves diagnósticos y comorbilidades tanto en piernas como en pies.
La presencia de un déficit circulatorio puede desencadenar algunas enfermedades que comprometen el bienestar y la calidad de vida del paciente, sin embargo, cuando un individuo tiene algunas molestias o malformaciones ya sea en sus piernas o pies no tiene en cuenta que esta manifestación puede ser originada por falta de sangre en la zona, diagnóstico advierte la rama de la podología pues muchas veces se ignoran estos cuadros clínicos.
En entrevista con la revista Medicina y Salud Pública (MSP), el doctor Joaquin Balaguer, presidente de la Sociedad de Médicos Podiatras de Puerto Rico, explica cómo se realiza un diagnóstico de un afección circulatoria en la zona baja los recursos a usar para este fin y la sintomatología característica.
“Muchas condiciones vasculares pueden afectar las piernas y los pies, la mayoría de ocasiones el paciente no lo sabe y además son personas que tienen deformidades en los pies y desean operarse. (...). Cuando se hace un examen notamos que no hay pulso palpable y con estudios se valida la falla de sangre (...), pacientes diabéticos también pueden tener problemas circulatorios en sus miembros bajos”, explica el doctor.
Existen algunas señales que pueden indicarle al médico pediatra que un paciente está desarrollando o tiene una mala circulación, el examen físico es fundamental para dar un diagnóstico primerizo ya que síntomas como sequedad en la piel, baja temperatura en la zona, cambios en la pigmentación o un pulso bajo son claves para determinar una irregularidad vascular.
“Se hace un palpado de los pulsos tanto en los pies como las piernas, si este está disminuido o nulo ya hay una sospecha (...). Lo otro que se hace es tocar la piel, (...) muchos de los pacientes con afección vascular presentan bajas temperaturas en sus piernas y pies en comparación con el cuerpo, además la piel también presenta cambios en: elasticidad, pigmentación y humedad”, enfatiza el podiatra.
Para corroborar algunos diagnóstico de enfermedad vascular en la zona baja, también se usan algunas herramientas que proporcionan más exactitud, con el fin de corroborar los pulsos arteriales y de esta manera confirmar que el paciente podría presentar una obstrucción en su aparato circulatorio.
“Además para validar esto, se puede realizar por medio de un doppler manual y de esta manera se puede verificar el pulso que no se puede palpar pero si escuchar en una arteria, (...) ya sea bifásica o trifásica, también se puede hacer un arteriograma por TC por MRI para saber si hay obstrucción u otros diagnósticos”, concluyó el doctor Balaguer.