Un nuevo estudio deja en evidencia que una hidratación poco adecuada se relaciona con mayor riesgo de ciertos padecimientos.
El sodio es un electrolito, es decir, parte de los minerales que cuentan con carga eléctrica para mantener los niveles de líquido, así como las sustancias químicas del cuerpo, llamadas ácidos y bases. Para medirlo se recurren a las pruebas de sodio en la sangre. El sodio también es importante para que los nervios y músculos puedan funcionar de una forma adecuada.
Gran cantidad de lo que se necesita de sodio, se obtiene a través de la dieta. Si un cuerpo tiene suficiente, los riñones eliminarán el resto a través de la orina. No obstante, si los niveles son demasiado altos o bajos esto puede ser signo de un problema en los riñones, de deshidratación o de otra condición. De allí la importancia de que esté en equilibrio.
La importancia de la hidratación
La hidratación menos que adecuada, evaluada por los niveles séricos de sodio en la mediana edad, se asocia con un mayor riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca (IC) e hipertrofia ventricular izquierda (HVI) más tarde en la vida, sugiere un nuevo estudio.
Los investigadores analizaron datos, recopilados durante 25 años, de más de 11,800 adultos que se inscribieron en el estudio de riesgo de aterosclerosis en las comunidades (ARIC), cuando tenían entre 45 y 66 años de edad. Los participantes se dividieron en cuatro grupos, según su concentración sérica de sodio en la primera y segunda visita durante los primeros 3 años del estudio. Para cada grupo, los investigadores analizaron la proporción de personas que desarrollaron IC e hipertrofia ventricular izquierda (HVI) en la quinta visita, cuando tenían entre 70 y 90 años.
Los participantes con concentraciones séricas de sodio de 142,5 a 143 mmol/L en la mediana edad tenían un 62 % más de probabilidades de desarrollar HVI posteriormente. Las concentraciones séricas de sodio por encima de 143 mmol/L se correlacionaron con un aumento del 107 % en el riesgo de HVI y un aumento del 54 % en el riesgo de insuficiencia cardíaca.
"Nuestro estudio identificó un nivel de sodio sérico superior a 142 mmol/L como un factor de riesgo para el desarrollo futuro de IC y HVI; y aunque estos niveles aún se encuentran dentro del rango normal y no se marcarían como anormales en los resultados de la prueba, dichos niveles se pueden usar por los médicos como una señal de advertencia para la identificación de personas hipohidratadas con mayor riesgo de IC y HVI", afirmó la autora principal de la investigación, Natalia Dmitrieva, adscrita al Laboratorio de Medicina Regenerativa Cardiovascular del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés).
"Mantener una buena hidratación a lo largo de la vida puede ralentizar el deterioro de la función cardiaca y disminuir la prevalencia de insuficiencia cardíaca", concluyó la experta.
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