Un hombre que padecía presión arterial elevada desde los 30 años logró curarse completamente tras la extirpación de un feocromocitoma mediante técnica mínimamente invasiva.
Un paciente de 42 años que durante una década luchó contra una hipertensión arterial severa y de difícil manejo encontró la cura definitiva gracias a una cirugía robótica de alta precisión.
Por ello, durante una entrevista exclusiva de la revista Medicina y Salud Pública, conversamos con el Dr. Juan Camilo Ospina, jefe del Servicio de Urología de la Clínica del Country, quien realizó el procedimiento y utilizó el sistema da Vinci Xi para extirpar un tumor benigno en la glándula suprarrenal que era el causante de sus elevadas cifras de presión arterial.
El caso llamó la atención médica desde el inicio debido a la edad temprana del paciente. "La gente joven generalmente no tiene hipertensión, entonces siempre que uno tenga un hombre joven con hipertensión, siempre hay que sospechar en otro tipo de enfermedades que no sean simplemente la pared de los vasos sanguíneos", explicó el Dr. Ospina.
La hipertensión arterial, según explicó el Dr. Ospina, "es una patología muy frecuente en el mundo, que generalmente aumenta su incidencia con la edad. Es un problema generalmente de las paredes de los vasos sanguíneos que dificultan la llegada de sangre a las diferentes partes del cuerpo".
El especialista detalló el mecanismo de la enfermedad: "La tensión que tienen esos vasos sanguíneos se aumenta y esa hipertensión hace que el riego sanguíneo en los órganos del cuerpo sea más o menos difícil".
Esta condición es especialmente preocupante porque, como señaló el médico, debido a que si no se controla, puede dañar órganos vitales como el corazón, el cerebro, y pueden causarnos infartos o pueden causar problemas de un bajo riego sanguíneo de un órgano que por largo tiempo lo puede dañar.
El paciente había comenzado a presentar hipertensión alrededor de los 30 años, una situación poco común que requirió múltiples medicamentos antihipertensivos. "Duró 10 años con diferentes médicos, con diferentes tratamientos para mantener una tensión más o menos normal", relató el especialista.
Durante este período, el paciente experimentó síntomas característicos como dolores de cabeza frecuentes, mareos y agotamiento. En los últimos meses antes del diagnóstico, la situación se agravó considerablemente: "Tuvo episodios de cefaleas muy importantes y de desmayos y consultó urgencias dos veces por desmayos", recordó el Dr. Ospina.
La clave del diagnóstico llegó cuando el paciente fue remitido a una endocrinóloga, quien sospechó que podría tratarse de una masa suprarrenal. Las imágenes confirmaron la presencia de un tumor en la glándula suprarrenal, y los estudios funcionales revelaron niveles elevadísimos de catecolaminas en sangre.
"Las suprarrenales son glándulas que tenemos arriba de los riñones. Esas glándulas nos regulan la tensión que tenemos dentro del cuerpo", explicó el especialista. El tumor identificado era un feocromocitoma, un tipo de tumor benigno que produce cantidades excesivas de sustancias que regulan la presión arterial.
La extirpación del tumor presentaba desafíos únicos debido a que la manipulación de la glándula durante la cirugía puede causar elevaciones peligrosas de la presión arterial.
"Uno toca la glándula y se elevan altísimo las hipertensiones que son muy altas y que pueden causar en el transcurso de la cirugía un riesgo quirúrgico para el paciente", advirtió el Dr. Ospina.
El sistema robótico da Vinci Xi ofreció ventajas cruciales para este procedimiento complejo: "Permite un acceso mucho más rápido, mucho más sencillo, mucho más delicado para buscar la vena que es una vena que es de menos de un centímetro, que tiene que encontrarla uno y que tiene que ponerle un clip", detalló el cirujano.
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El Dr. Ospina, con amplia experiencia en este tipo de intervenciones, destacó la evolución de las técnicas: "Yo soy un poquito viejo y yo me acuerdo de ver esa cirugía abierto, después pasamos a vía laparoscópica y ahora a cirugía robótica".
La ventaja de las técnicas mínimamente invasivas es crucial en estos casos: "Como no podemos mover casi el tumor porque ese movimiento de tumor nos va a complicar la parte cardiovascular durante la cirugía es mejor llegar por mínima invasión, no tocar el tumor idealmente, acercarse a los vasos sanguíneos, encontrar la vena de la glándula y quitar la circulación".
La cirugía fue exitosa y sin complicaciones. El tumor extraído resultó ser un feocromocitoma complejo que "no tenía solo una, dos o tres venas, tenía por ahí unas ocho venas", según describió el Dr. Ospina. A pesar de esta complejidad, el equipo logró ligar todas las conexiones vasculares sin problemas.
Los resultados post-quirúrgicos fueron extraordinarios: "Paso de tener cuatro antihipertensivos a no tener ninguno", celebró el especialista. Este cambio no solo significa dejar de tomar medicamentos, sino evitar el daño a largo plazo que la hipertensión no controlada puede causar en órganos vitales.
El caso resalta la importancia de la sospecha clínica temprana en pacientes jóvenes con hipertensión. "Obviamente esos tumores no son tan frecuentes, hay que pensarlos y seguramente el gremio médico siempre tenemos que pensar en que puede ser un origen no vascular de hipertensión", enfatizó el Dr. Ospina.
Para la prevención de la hipertensión convencional, el especialista recomienda tres pilares fundamentales: "Una dieta sana baja en grasas, baja en azúcares, baja en sal", "hacer mucho deporte" y "hacer chequeos" médicos regulares.
El éxito de este caso demuestra cómo la combinación de sospecha clínica adecuada, tecnología de vanguardia y experiencia quirúrgica puede transformar completamente la vida de un paciente, ofreciendo una cura definitiva donde antes solo existían tratamientos paliativos.