Por si no lo sabías, practicar ejercicio de fuerza, combinado con actividad física aeróbica y anaeróbica quema la grasa alojada en el corazón y evita el desarrollo de un sinnúmero de enfermedades cardiovasculares.
La premisa antes descrita es soportada por un estudio que desarrolló el Centro de Salud Activa de Trygfonden en Rigshospitalet en Copenhague, Dinamarca.
Datos
El órgano cardíaco tiene dos capas de grasa. Una que se encuentra alojada en el músculo del corazón y la arteria coronaria, esta es denominada epicárdica. Por otro lado, está la otra externa denominada grasa pericárdica que no está en contacto directo con el corazón.
Resultados ejercicio
Para disminuir los efectos de grasa en el corazón, se implementó el ejercicio de fuerza mediante levantamiento de pesas. Con este se logró reducir ambos tipos de grasa, a diferencia de los ejercicios de resistencia que solo redujeron la grasa interna.
Metodología
Para conocer los resultados antes descritos, los investigadores analizaron a 32 adultos obesos y sedentarios, quienes fueron divididos en tres grupos aleatoriamente y que hasta ese momento no sufrían ninguna enfermedad cardiovascular, ni diabetes.
El primer grupo practicó entrenamiento de resistencia aeróbica tres veces a la semana en sesiones de 45 minutos, el segundo grupo entrenó la fuerza (con entre tres y cinco series de 10 ejercicios con pesas, que fueron supervisados) con la misma periodicidad y durante el mismo tiempo, y el tercer grupo no entrenó.
Levantamiento de pesas: efectivo en la reducción de grasa epicárdica
Doce semanas después de la implementación antes descrita, se observó que los individuos que siguieron un entrenamiento de resistencia y entrenamiento de fuerza habían logrado reducir la capa de grasa epicárdica o interna un 32% y un 24%, respectivamente. Sin embargo, en el caso de la capa pericárdica o externa solo se produjo una reducción significativa (31%) en los participantes del grupo que realizó entrenamiento de fuerza.
Una de las principales aclaraciones de esta investigación es que los resultados suscitados antes, no evidenciaron por qué son diferentes los efectos de ambos tipos de entrenamiento sobre la grasa del corazón. Los individuos que entrenaron la fuerza quemaron más calorías durante el día, incluso cuando se mantuvieron inactivos, en comparación con los que entrenaron la resistencia.
Conclusión
Lo más importante es entender que ambos tipos de actividad física eliminan el exceso de grasa en el corazón y ayudan a evitar las enfermedades cardiovasculares.