El estudio indica que los hombres jóvenes evitan tratar la disfunción eréctil pensando que se resolverá por sí sola, mientras que los hombres mayores consideran esta afección normal por el envejecimiento, resultando en la falta de tratamiento.
Un reciente estudio de la Universidad de Adelaida, publicado en el Journal of Men's Health, ha lanzado una alerta sobre la disfunción eréctil (DE) y la nicturia, dos afecciones que podrían estar relacionadas con problemas cardíacos coexistentes, incluidos riesgos elevados de ataques cardíacos.
Los investigadores instan a tanto a los hombres como a los profesionales de la salud a estar atentos a estos síntomas, ya que pueden ser indicativos de problemas cardiometabólicos subyacentes que podrían beneficiarse de una detección temprana y un tratamiento adecuado.
La disfunción eréctil y la nicturia son trastornos que afectan significativamente la calidad de vida. La DE no solo impacta negativamente en las relaciones íntimas y la autoestima, sino que también puede ser un signo de problemas cardiovasculares no detectados. Por su parte, la nicturia, que obliga a las personas a levantarse varias veces durante la noche para orinar, interfiere con el sueño y puede conducir a otros problemas de salud como fatiga y deterioro cognitivo.
Se ha descubierto que la disfunción eréctil puede estar más estrechamente relacionada con problemas en el revestimiento interno de los vasos sanguíneos (endotelio) y el músculo liso, en lugar de ser simplemente un resultado de la aterosclerosis.
La nicturia, o necesidad frecuente de orinar durante la noche, por otro lado, puede estar vinculada a trastornos médicos subyacentes como diabetes, insuficiencia cardíaca y problemas prostáticos. Estas afecciones afectan la función renal y aumentan la producción de orina, contribuyendo a la nicturia.
El estudio dirigido por el profesor Gary Wittert subraya que abordar los síntomas de DE y nicturia puede ayudar a los médicos a identificar y tratar problemas cardiometabólicos subyacentes de forma temprana.
Los datos sugieren que un manejo adecuado de estos síntomas podría reducir la morbilidad y mortalidad entre los hombres. Además, el estudio revela que aproximadamente el 70% de los hombres con nicturia también padecen DE, lo que destaca la necesidad de una evaluación integral de estos síntomas.
A pesar de estos hallazgos, el estudio también muestra que los hombres jóvenes a menudo evitan buscar tratamiento para la DE, creyendo erróneamente que el problema se resolverá por sí solo. Por otro lado, muchos hombres mayores tienden a aceptar la DE como una parte natural del envejecimiento, lo que puede llevar a una falta de tratamiento y un diagnóstico tardío de problemas subyacentes.
Para abordar estos desafíos, los investigadores están desarrollando una lista de verificación para ayudar a los médicos a identificar estos síntomas críticos y motivar a los hombres a buscar atención médica. El objetivo es mejorar la detección y tratamiento de enfermedades crónicas a través de una mayor conciencia y evaluación proactiva.
El profesor Wittert advierte que no buscar o recibir la atención adecuada puede representar una oportunidad perdida para la prevención, el diagnóstico y la curación de enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud relacionados. Este llamado a la acción subraya la importancia de integrar la evaluación de la DE y la nicturia en el enfoque general de salud masculina para prevenir complicaciones graves.
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