Los avances tecnológicos de la última década han transformado radicalmente el abordaje de esta enfermedad, desde la prevención hasta los tratamientos más innovadores.
Los tratamientos contra el cáncer renal han experimentado una revolución tecnológica sin precedentes en la última década.
Desde la implementación de la cirugía robótica hasta el desarrollo de medicamentos personalizados basados en la genética del tumor, la medicina ha dado pasos agigantados en el manejo de esta compleja enfermedad.
En una entrevista exclusiva con la revista Medicina y Salud Pública, el Dr. Santiago Rodríguez, urólogo del Hospital Universitario de San Ignacio, detalla cómo estos avances están cambiando no solo los resultados oncológicos, sino también la calidad de vida de los pacientes.
Según el Dr. Rodríguez, la cirugía robótica se ha posicionado como la técnica quirúrgica más avanzada para el tratamiento del cáncer renal.
"La cirugía robótica en este momento es el top para cirugía renal, y dentro de la cirugía hay algunos instrumentos y tecnologías que permiten resecar el tumor obteniendo un adecuado margen quirúrgico, respetando el riñón sano", explica el especialista.
Esta tecnología, aunque aún no está completamente disponible en el país, ya se utiliza ampliamente a nivel mundial y ha demostrado resultados oncológicos sobresalientes. "Los resultados oncológicos son muy buenos. Todo es buscando tener una mejor calidad de vida para el paciente, que sea mínimamente invasivo", destaca el urólogo.
Paralelamente a los avances quirúrgicos, la medicina oncológica ha evolucionado hacia un enfoque completamente personalizado.
"Ahora todo va hacia la medicina de precisión. Básicamente, todos los medicamentos sistémicos van dirigidos específicamente al tumor, su genética, su tasa de crecimiento y progresión. Son medicamentos personalizados que van directo al tumor", explica el Dr. Rodríguez.
Este cambio de paradigma representa una transformación radical respecto a las opciones disponibles hace apenas una década. "En cáncer renal, como bien lo decías, en la última década no teníamos tantas opciones como las que tenemos ahora, sobre todo los oncólogos clínicos, que son quienes manejan este tema", señala el especialista.
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Pese a estos avances, el Dr. Rodríguez insiste en que la prevención sigue siendo la mejor medicina. Subraya dos factores modificables de alto impacto:
Tabaquismo: "La relación con el cáncer renal es contundente. Mi consejo es claro: ´No fumen. Si ya lo hacen, busquen ayuda para dejarlo cuanto antes´."
Obesidad y estilo de vida sedentario: "Mantener un peso saludable, hacer ejercicio regular y evitar el exceso de grasas saturadas reduce el riesgo no solo de cáncer renal, sino de múltiples enfermedades crónicas."
Sumado a eso, el cáncer renal suele ser asintomático en sus fases iniciales. Por ello, se recomienda chequeos médicos periódicos —especialmente ante la presencia de hipertensión o diabetes— y alerta sobre síntomas de alarma como sangre en la orina o dolor lumbar inexplicable.
La medicina moderna se caracteriza por combinar múltiples estrategias terapéuticas adaptadas a cada paciente individual.
"En todas las especialidades estamos yendo en esa dirección: buscando cómo combinar estrategias —cirugía, medicamentos— para un paciente en particular, no para una condición general", indica el Dr. Rodríguez.
Esta aproximación incluye el testeo genético tanto del paciente como del tumor para dirigir tratamientos específicos.
"Medicina de precisión, testeo genético al paciente y al tumor, y de acuerdo a eso dirigir un tratamiento específico. Es muy interesante, especialmente para la gente que nos ve, porque ya vemos cómo podemos tratar a cada paciente de forma distinta, y esto mejora los resultados", comenta el urólogo.
El cáncer renal presenta un desafío particular en su detección temprana debido a su naturaleza asintomática en etapas iniciales.
"Lastimosamente, el tumor renal es un tumor indolente cuando está iniciando, entonces no va a generar síntomas importantes; no se van a dar cuenta", advierte el Dr. Rodríguez.
Por esta razón, los chequeos médicos regulares cobran especial relevancia, particularmente para personas con enfermedades crónicas.
"Las personas con enfermedades crónicas como la hipertensión o la diabetes también pueden tener alguna relación con el cáncer renal. Entonces el consejo es: asistan regularmente a sus chequeos", concluye.