El estudio del Imperial College London junto con la Universidad Queen Mary reveló que las personas que eran asintomáticos o habían presentado una infección leve tenían una protección mayor contra las variantes británica y sudafricana del COVID-19
Se analizaron las respuestas inmunitarias de los profesionales de la salud del Reino Unido de los hospitales de Barts y Royal Free tras recibir la primera dosis de la vacuna Pfizer contra el COVID-19. Cabe resaltar que la protección ante las variantes aumenta en las personas que han sido infectadas previamente por el virus.
Se descubrió que las personas que eran asintomáticas o habían presentado una infección leve tenían una protección mayor contra las variantes británica y sudafricana tras recibir una dosis de la vacuna de Pfizer.
"Nuestros resultados muestran que las personas que han recibido la primera dosis de la vacuna y que no se han infectado previamente con el SARS-CoV-2 no están totalmente protegidas contra las variantes circulantes que son motivo de preocupación”, dijo Rosemary Boyton quien es la líder de la investigación.
En la investigación se analizaron muestras de sangre para detectar la presencia y los niveles de inmunidad contra la cepa original del SRAS- COV 2 y frente a las variantes mencionadas. Además se descubrió que tras la primera dosis de la vacuna la infección previa se asociaba a una respuesta potenciada de los linfocitos T, B y los anticuerpos.
Una sola dosis de la vacuna en las personas que no tenían una infección previa del SRAS- COV 2 presentaron un nivel más bajo de anticuerpos neutralizantes contra el virus y las variantes.
"Nuestros datos muestran que la infección natural por sí sola puede no proporcionar suficiente inmunidad contra las variantes. El refuerzo con una única dosis de vacuna en personas con infección previa probablemente sí lo haga”, explicó Boyton.