Desde el año pasado con la llegada y la aprobación de la vacuna contra el COVID-19 se empezó la vacunación en muchos países, una carrera para poder lograr llegar a la inmunización de la mayoría de la población y de esta manera poder recuperar la normalidad del mundo.
Varias cuestiones que preocupan a científicos, gobiernos y ciudadanos quedan sin responder con respecto a las vacunas.
Katherine Trujillo Useche
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
Esto hace que aún se sigan presentando preguntas que preocupan tanto a los científicos, gobiernos y ciudadanos, pues aún se desconoce cuánto durará la inmunidad que ofrece la vacuna o si las nuevas variantes resistirán a esta vacuna.
La BBC Mundo explica cuatro incógnitas clave después de dos meses de comenzar la inmunización en varios países.
Esta es una pregunta que muchas personas se han realizado con el transcurso de la pandemia, después de un año desde su inicio, han salido algunos estudios sobre la inmunidad a medio o largo plazo.
De acuerdo al Instituto de Inmunología La Jolla, en California, varias de las respuestas inmunológicas después de superar la infección por COVID-19 permanecieron activas durante unos seis meses, esto es parecido al tiempo que manejo en Salud Pública de Inglaterra, que indicó que la mayoría de pacientes que padecieron coronavirus quedan protegidos por lo menos cinco meses, pero científicos esperan que la inmunidad dure un tiempo más incluso años.
Esto no es una regla, pues se sabe que cada paciente desarrollará más o menos protección y de eso dependerá la posibilidad de re-infectarse o no y es muy similar a lo que sucede con las vacunas.
“Es difícil de decir cuándo puede durar la inmunidad porque apenas hemos empezado a vacunar y podría variar según el paciente y el tipo de vacuna, pero quizá entre 6 o 12 meses”, aclara el Dr. Julian Tang, virólogo de la Universidad de Leicester, en Reino Unido a BBC Mundo.
Esto puede ser posible por varios motivos, lo primero es que la protección que ofrece la mayoría de vacunas no está activa hasta después de 3 o 4 semanas de recibir la primera dosis.
“Si se expone al virus un día o una semana después de inyectarse, sigue vulnerable a la infección y puede transmitir el virus a otras personas”, explicó Tang.
Incluso si una persona se expone al virus varias semanas después de recibir la vacuna puede volver a infectarse.
“Los datos disponibles sugieren que algunos individuos pueden seguir infectando con COVID-19, aunque sí que tendría menos cantidad de virus y consecuentemente enferman menos que aquellos que no se han infectado o vacunado. De igual forma, pienso que el virus, una vez vacunado, será más difícil de transmitir” concluye.
Por esto se puede decir que las vacunas parecen proteger de forma efectiva a un número considerable de personas, pero hasta qué punto impide infectarse y transmitir la infección sigue siendo un misterio.
“Este es un virus heterogéneo y produce síntomas muy diversos según el paciente. Lo mismo sucederá con las vacunas. Unos tendrán una reacción inmunitaria muy potente que impedirá pronto que el virus se reproduzca en ellos. Mientras que en otro la respuesta no será tan completa y permitirá un poco de reproducción y transmisión”, indicó José Manuel Bautista, catedrático del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Complutense de Madrid, España.
Es una de las preguntas que más preocupan en este momento , pues los virus mutan constantemente y a veces se vuelven más resistentes a las vacunas y cuando esto sucede es necesario modificarlas.
Aún es demasiado pronto para saber si las variantes son resistentes a la vacuna o no. Moderna el lunes anunció que su vacuna seguía siendo efectiva contra las variantes de Reino Unido y Sudáfrica, Pfizer y BioNTech también afirmaron que su compuesto neutraliza las nuevas variantes.
“La protección de las vacunas dependerá de qué tan diferentes sean las nuevas variantes de las anteriores'', agrega Tang.
Por esto, aún se desconoce si las nuevas variantes que han aparecido serán resistentes a las vacunas, pero sí está clara la necesidad de que gobiernos y departamentos de salud vigilen e identifiquen las nuevas variantes para poder evaluar si las vacunas pueden neutralizarlas.
Las vacunas de Pfizer , Moderna y la Universidad de Oxford se administran en dos dosis.
Lo que son Pfizer y Moderna, recomiendan que las dos dosis se administren dejando tres semanas de espacio entre la primera y la segunda. La OMS recomendó que sea 21 o 28 días después de la primera dosis.