Esta enfermedad afecta a ocho de cada 10 personas sexualmente activas aunque para el contagio no es necesario una penetración y solo basta el contacto con la piel de la persona contagiada siendo más frecuente en las mujeres entre los 15 y los 44 años de edad.
El virus del papiloma humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más frecuente, ya que el 80% de la población sexualmente activa la contraerá en algún momento de su vida. Se trata de un virus generalmente asintomático, aunque puede manifestarse en forma de verrugas en la zona genital externa. En la mayoría de los casos aparece sin previo aviso y sin dejar secuelas, sin embargo en un 10 o 20% de las ocasiones la infección persiste y puede llevar a la aparición de lesiones e incluso el cáncer.
Hace más de 30 años se estableció la relación causal entre la infección persistente por el VPH y el cáncer de cuello de útero y sus lesiones precursoras. En los últimos años se ha podido demostrar además la relación de este virus con otros tipos de cánceres, tanto en el área anogenital de hombres y mujeres (vulva, pene, vagina, ano) como en otras localizaciones (cánceres de cabeza y cuello).
No es necesario tener una relación sexual con penetración para que se produzca el contagio, el contacto directo con la piel de la zona genital es un modo de transmisión reconocido, según advierte la OMS.
Por otra parte La Asociación Española de Patología Cervical y Colposcopia (AEPCC), realiza una serie de recomendaciones para protegerse frente a esta infección:
-La utilización correcta y consistente del preservativo. Ofrece una protección frente a esta infección, aunque no sea total, y constituye un arma fundamental para la prevención de ITS, sobre todo en adolescentes y personas jóvenes.
- Vacunación frente al virus del papiloma, iniciada hace más de una década, pilar fundamental de prevención de la infección y la circulación viral, así como del desarrollo de lesiones secundarias al VPH.
-Los programas de cribado del cáncer de cuello uterino (citologías y test de VPH) que permiten la detección precoz y tratamiento de lesiones precursoras para evitar la progresión a cáncer.
-Además, los expertos recomiendan dejar de fumar, ya que el tabaco favorece la persistencia del virus.
Desde la AEPCC consideran importante implementar los nuevos programas de cribado de cáncer de cérvix y dirigir esfuerzos a incrementar las tasas de cobertura vacunal frente al VPH en la mujer y grupos de riesgo, sin olvidar la recomendación de vacunación también en el varón de la Asociación Española de Patología.