La degradación del plástico en los ecosistemas marinos está generando un impacto en la salud pública.
El uso inadecuado de los desechos plásticos y el desperdicio de estos materiales está generando graves consecuencias en la población puertorriqueña y a nivel mundial, además de la afectación al ecosistema marino que generan los residuos, así lo indicó el Dr. Neftalí García, especialista en química orgánica con una concentración secundaria en bioquímica.
De acuerdo con el especialista, el proceso de descomposición de los plásticos tarda cientos de años en degradarse y actualmente se están depositando en vertederos e inclusive en el mar, generando que no se descompongan de una manera inadecuada e impacten los ecosistemas presentes.
Sin embargo, en el mar, los materiales plásticos son sometidos al oleaje y la luz solar, por lo que científicos y organizaciones no gubernamentales han evidenciado que estos desechos pueden sufrir una reducción en tamaño hasta el punto de convertirse en microplásticos o partículas microscópicas que penetran en los organismos marinos, como los peces y por consecuencia llegan a los humanos.
Según Greenpeace, cada año los mares y océanos son receptores de hasta 12 millones de toneladas de basura y los microplásticos, que son fragmentos inferiores a 5 mm, muchas veces no son atrapados por los filtros de las plantas de tratamiento.
Además, estudios recientes han observado que los animales marinos están ingiriendo estos microplásticos, lo que está provocando bloqueos gastrointestinales y alteraciones en sus patrones de alimentación y reproducción.
Acerca del impacto en los seres humanos, el Dr. García explica que según la naturaleza del plástico es la afectación que genera en el organismo.
“Si fuera un plástico como el cloruro de polietileno o el cloruro de vinilo, que es monómero del cual se hace el plástico, entonces se sabe que es cancerígeno para el hígado. Hay plásticos que pueden afectar el funcionamiento del sistema nervioso central y hay otros que son menos dañinos, pero eso va a depender de que están hechas esas pequeñísimas partículas y depende de que parte de los organismos se acumula” afirmó.
En ese sentido, también señaló que los plásticos pueden tener ftalatos, unos compuestos que se utilizan para darle plasticidad al material y algunos de ellos funcionan como hormonas y alteran los equilibrios dinámicos hormonales en los organismos.
Para mitigar un poco el impacto de estos contaminantes, el especialista plantea que la fabricación de materiales plásticos a partir de compuestos naturales, que tienen una duración menor y una degradación más rápida, beneficia la salud pública y la preservación del medio ambiente a largo plazo.
“En Puerto Rico encontramos estadísticas de 2003 de la EPA y señalaban que el porcentaje de plástico era del 10 % y hay unos datos del 2007 que de acuerdo a unos cálculos que hicimos, el porcentaje de plástico en la isla era de un 5.8 a 6 %, así que en términos de peso no es más de 10 %, pero en términos de impacto hay sustancias que tienen mayor impacto aunque su porcentaje sea bajo” puntualizó el especialista en química orgánica.
Además, existen sustancias plásticas que son difíciles de eliminar en las plantas de filtración, por lo que pueden pasar a través de las plantas de filtración y afectar la salud de quienes consumen del agua que es tratada.
El Dr. García refiere que los esfuerzos institucionales y gubernamentales se han quedado cortos frente al tema, ya que cada año sigue aumentando la disposición de estos residuos y no existe un protocolo adecuado para evitarlo.
Al respecto, menciona que “ha habido mejoría en la limpieza y conciencia de las playas en los últimos años. La mejoría se ha dado mucho más en la gente joven que nació de los 70 y 80 en adelante que ha pasado por este proceso de educación pública sobre el medio ambiente”.
También destacó que “habría que buscar la alternativa de usar plásticos que se fabriquen con materiales naturales, pero si quisiéramos resolver el problema, tendría que haber una educación más profunda sobre el medio ambiente”.
Haciendo un análisis retrospectivo sobre la producción y los sistemas económicos que han llevado a un consumo y desecho de grandes materiales contaminantes, el especialista expresa que “en Puerto Rico, especialmente de los años 50 en adelante, se habló de que había que industrializar y los recursos naturales no tenían tanta importancia para el desarrollo económico. Con esa ideología tan negativa sobre la naturaleza no puedes generar una conciencia social profunda de que hay que proteger lo que no tiene gran importancia”.
Finalmente, afirmó que el desperdicio de desechos plásticos es un problema de la mayoría de países, ya que continuamente se ha disminuido la importancia de cuidar el planeta. “El ser humano ha visto la naturaleza como algo que hay que dominar, no como algo con lo cual tenemos que convivir porque somos parte de ella”.