A 21 aumentó el número de fallecidos por el paso del huracán Fiona, y 26 son los casos de leptospirosis confirmados en la Isla.
El ciclón de categoría uno en la escala Siffir-Simpson de cinco, que azotó la isla entre la noche del 18 y la madrugada del 19 de septiembre del presente año, registra a la fecha un saldo de 21 personas fallecidas, cinco casos más después de la actualización del pasado domingo. De momento, 13 de estos reportes siguen en investigación, ocho confirmados (siete de manera indirecta), de los cuales uno es de muerte directa.
¿Cómo se entiende este reporte de directos e indirectos?
El portal oficial de estadísticas que dispuso el gobierno para mantener reportes y registro de la situación, explica que en el certificado de defunción se confirma como caso fatal la referencia que tiene con el huracán, como factor de la causa del deceso. Por otra parte, un caso fatal por desastre se atribuye a las fuerzas naturales como el desplome estructural de una vivienda, escombros voladores, o exposición a radiación o sustancias químicas.
Este es el caso del adulto mayor de 58 años que falleció de manera directa en Bayamón, cerca de San Juan. Otros ejemplos son los que se han registrado y reseñado en diferentes medios que hablan de quemaduras, ahogamiento, electrocución, caídas en arroyos, envenenamiento por radiación o químicos, inhalación de gases o humo por fuego.
El portal es detallado mostrando la edad, género, región y fecha de los casos relacionados con las muertes que deja Fiona tras su paso por Puerto Rico. A la fecha, la mayor cantidad de muertes se han presentado en el área metropolitana, de los cuales 18 superan los 55 años de edad.
Los organismos de control siguen haciendo llamados a la comunidad para que estén alerta, y tengan precaución con sus plantas eléctricas, las comidas que consumen y asistan a los puntos de atención en caso de alguna eventualidad que comprometa su salud, entre otras.
Desafortunadamente, a la fecha, miles de puertorriqueños siguen sin contar con suministros de agua potable, ni de energía eléctrica. Ponce continúa siendo la región más afectada por los apagones, contando con solo el 29 % de electricidad.
En total, son 26 los hospitales y los centros médicos que no cuentan con estos servicios, por lo que ha sido necesario la puesta en marcha de generadores de energía.
Los casos de leptospirosis también están en aumento
En la mañana de este martes, la principal oficial médico del Departamento de Salud de Puerto Rico, la Dra. Iris Cardona, informó que los casos de leptospirosis en la Isla relacionados a las recientes inundaciones provocadas por el paso del huracán Fiona, aumentaron a 26.
"Son casos reportados al Departamento de Salud y que están bajo investigación", sostuvo Cardona a la emisora Radio Isla 1320.
La Dra. Cardona sostuvo que este reporte de contagios puede ser de personas que caminaron por aguas contaminadas, por lo que, nuevamente, hace un llamado a la población civil a prevenir complicaciones de salud por esta razón.
Recientemente, la Revista de Medicina y Salud Pública conversó con el Dr. Carlos Díaz, presidente del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico, hizo un llamado a la ciudadanía a no sumergirse, beber o tener contacto alguno con aguas represadas, ni consumir alimentos que encuentren por las calles.
"Estamos en el pico de contagio. Después de 5 o 6 días, las personas empiezan a sentir los síntomas de la leptospirosis, pero cuando llegan a los hospitales, ya están muy graves, con problemas renales y otras afectaciones más graves, y esto complica más el sistema de salud", aseveró.
Asimismo, la Dra. Cardona se refirió a aquellos que cuentan con animales en sus viviendas, principalmente quienes se dedican a la crianza de aves y que se vieron afectados por las inundaciones, pues tendrían un riesgo mayor de contagiarse.
Medidas de prevención propuestas por los expertos de la salud
Los especialistas recomiendan cubrir las heridas de la piel con vendas, evitar caminar descalzo, guardar los alimentos en espacios secos y frescos, mantener los recipientes y botes de basura cerrados y abstenerse de utilizar el agua estancada para limpiar la casa o, incluso, lavar la ropa.