Dolores de espalda podrían ser primeras señales de Espondilitis Anquilosante

Esta condición se diagnostica frecuentemente en hombres jóvenes e inclusive puede comenzar desde los 20 años.

Luisa Ochoa

    Dolores de espalda podrían ser primeras señales de Espondilitis Anquilosante

    El dolor de espalda puede pasar inadvertido para muchos pacientes, sin embargo, este es un síntoma característico de la Espondilitis anquilosante, una condición autoinmune, que afecta la columna vertebral y articulaciones de gran tamaño del cuerpo humano.

    Para conocer más acerca de esta enfermedad, la Dra. Amarilis Pérez de Jesús, reumatóloga e integrante de la junta directiva de la Fundación de Enfermedades Reumáticas (FER), explicó a la Revista Medicina y Salud Pública las principales características y síntomas de los pacientes, además del proceso de diagnóstico y alternativas de tratamiento para evitar la progresión de la Espondilitis anquilosante.

    Esta es una condición menos común que la artritis psoriásica, pero se ubica dentro del grupo de condiciones conocidas como espondiloartropatías. "Ocurre más común en varones jóvenes, quienes pueden comenzar a desarrollar la enfermedad a la edad de 20 años. Un rasgo distintivo es el paciente que se queja del dolor de espalda, en el área sacroilíaca, eso lo identificamos nosotros, pero lo que el paciente dice es que tiene dolor en la espalda baja", explicó.

    Además, enfatizó que el dolor de espalda es peor en las mañanas y mejora durante el día, contrario al dolor de espalda mecánico que empeora a medida que el paciente va teniendo actividad física. 

    En un hombre joven que despierta con dolor de espalda en las mañanas, "esa rigidez puede durar 30 minutos" añadió. "Podemos tener solamente envolvimiento en la columna o artritis periférica, es decir, que tengan inflamación en las áreas de articulaciones, como manos, pies, etc.", especificó.

    Por otro lado, mencionó que la espondilitis anquilosante también se diagnostica en mujeres, aunque no ocurre de forma frecuente. "Quiero aclarar que es una condición que también se ve en féminas y quizás no es tan común porque no se estaba diagnosticando tanto en las mujeres, ya que muchas veces se ha manejado similar a condiciones como la fibromialgia, pues el cuadro se puede confundir por el área del dolor o la entesitis", explicó la especialista.

    "Si los vemos en féminas, no es tan común, pero hoy en día lo estamos identificando más en comparación con años atrás" complementó.

    Para llegar al diagnóstico de espondilitis anquilosante, los especialistas tienen en cuenta el examen físico del paciente, sus síntomas, el historial, y los exámenes de detección. 

    "Tenemos asociado un gen, el HLAP27, por lo tanto, es una condición que tiene aportación genética. Yo vi un paciente la semana pasada que se puso a leer sobre su dolor de espalda, tiene 37 años, es un paciente joven, y el mismo pidió a su médico primario que le hiciera la prueba de HLAP27, y salió positivo, él me dijo que tenía espondilitis anquilosante, sin embargo, el diagnóstico lo hicimos a través del historial, el examen físico y otros hallazgos" narró la Dra. Amarilis. 

    Pese a que se desconoce la causa de origen de esta condición, la especialista afirma que es importante tener en cuenta el historial del paciente y las evaluaciones previas. "Como parte de la evaluación del paciente, podemos encontrar dolor en el área sacroilíaca, podemos tener las entesitis, que es dolor en la unión de los ligamentos con el hueso, como lo vemos en la artritis psoriásica" añadió.

    Sobre ello, explicó que en los exámenes diagnósticos realizan la prueba del HLAP27 que es un antígeno de histocompatibilidad y en la mayoría de casos de espondilitis anquilosante el resultado será positivo, como en el paciente que atendió. 

    También hacen las pruebas de inflamación, radiografías, particularmente del área sacroilíaca, y en muchos casos, si salen negativas, recurren a la resonancia magnética, que ya identifica los pacientes que están en un estadio temprano, donde radiológicamente no observan cambios, pero el paciente si presenta síntomas.

    "Una vez establecemos el diagnóstico procedemos al tratamiento del paciente. Es importante señalar que si un paciente no recibe tratamiento para la espondilitis anquilosante se puede fusionar su columna vertebral y perder capacidad funcional afectando su diario vivir. Nuestra meta como reumatólogos es manejar ese paciente para evitar que llegue a esos daños porque una vez tenemos el daño es permanente", recalcó la reumatóloga.

    Para ello, el tratamiento temprano es fundamental, como en cualquier condición reumatológica. Actualmente, existen diferentes alternativas de tratamientos como:

    • Antiinflamatorios no esteroidales 

    • Sulfasalazina: un agente modificador de enfermedad 

    • Inhibidores de las interleuquinas

    "Hoy día tenemos una gama de tratamientos que son mucho más sofisticados donde vamos a tratar de bloquear o disminuir la presencia de esas sustancias que son pro inflamatorias. Tenemos inhibidores de las interleuquinas que de acuerdo al estadio comenzamos con el tratamiento y usualmente los pacientes responden bien y su calidad de vida puede ser normal dentro de su condición" subrayó la Dra. Pérez.

    Finalmente, destacó la importancia de la terapia física en los pacientes, para ayudar a que las articulaciones tengan un buen movimiento y cumplan la función en el organismo, evitando su deterioro.

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