La psoriasis es una condición autoinmune, que puede afectar hasta el 5% de la población a nivel mundial; posee un aspecto genético, metabólico y ambiental, incluso la alimentación es fundamental para sobrellevar esta enfermedad.
Doctor Luis Ortiz Espinosa, dermatólogo y presidente de la Fundación de Dermatología de Puerto Rico
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
El doctor Luis Ortiz Espinosa, dermatólogo y presidente de la Fundación de Dermatología de Puerto Rico, comentó durante el Foro de Artritis y Reumatología que, esta enfermedad se puede confundir con otras condiciones como la dermatitis seborreica o la dermatitis atópica, debido a que afecta áreas similares, asimismo, comenta que es importante conocer el historial clínico del paciente.
“Esta enfermedad crónica, que no tiene cura, tiene múltiples tratamientos que pueden mejorar la calidad de vida de la persona”, destaca el galeno.
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Según la Clínica Alemana, para tratar su manifestación más visible -las lesiones en la piel- se utilizan generalmente cremas emolientes o lubricantes, otras con corticoides, champús especiales y productos derivados de la vitamina D, además de tratamientos de tipo sistémico orientados a suprimir el sistema inmunológico, como la fototerapia, es decir, la aplicación de luz ultravioleta que puede ser de distinto tipo dependiendo de las lesiones y de la edad del paciente.
Considerando que esta enfermedad afecta a la persona tanto física como anímicamente, es importante que el tratamiento sea integral, es decir, que esté a cargo de un equipo multidisciplinario que incluya dermatólogo, psiquiatra y, si hay dolor articular, reumatólogo.
Actualmente, la psoriasis no se ve como una condición netamente de la piel, esta enfermedad puede estar acompañada de cuadros reumáticos como la artritis. “Entre los factores de riesgo está la genética, la diabetes, el síndrome metabólico, la obesidad, entre otros”, argumentó el Dr. Ortiz.
Por otra parte, este tipo de enfermedad dermatológica, que está asociada con varias comorbilidades, enfrenta, además, exclusión social, discriminación y estigma a causa del padecimiento.
Una reciente estadística, publicada en el pasado foro dermatológico, organizado por la Revista Medicina y Salud Pública, demostró que, cuatro de cada 10 personas con la condición dijeron sentirse observados en público y, al menos al 45% alguna vez le preguntaron si es contagioso. Los datos se fueron obtenidos de la mayor encuesta realizada en personas con psoriasis moderada a severa impulsada por 25 grupos y asociaciones de pacientes e incluyó a 8.338 personas con psoriasis de 31 países.
El efecto de este padecimiento en la piel, suele tener un fuerte impacto anímico y emocional en los pacientes y, sumado a esto, el desconocimiento de esta enfermedad cutánea ocasiona en la sociedad prejuicios y rechazo a hacia quienes presentan enfermedades cutáneas, pues una de las génesis de las fundaciones para pacientes con psoriasis es el rechazo social.