El sistema óseo de algunos pacientes que padecen de padecimientos reumáticos puede verse afectado notoriamente
Uno de los efectos secundarios que puede desarrollar un paciente que ha sido diagnosticado de artrosis u osteoartritis es fragilidad en sus huesos, pues según el sistema se vuelve más frágil de lo normal, lo que puede desencadenar fácilmente fracturas o fuertes contusiones que ponen en riesgo la calidad de vida del paciente.
Asimismo es de importancia resaltar que tipo de comorbilidades suelen manifestarse durante una condición reumática, ya que dependiendo de este cuadro clínico se puede también ejecutar una terapia o tratamiento adecuado, que por supuesto, favorezca desde dos perspectivas al paciente: seguridad y eficacia.
De acuerdo a un estudio ante la asociación de fragilidad de estos pacientes, resaltan la importancia del uso de intervenciones diana para prevenir y controlar aquellas enfermedades frecuentes con las que viene acompañada la artritis.
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Como explica la doctora Amarilis de Jesús para la revista Medicina y Salud Pública (MSP), la artritis es una condición puede repercutir en el sistema cardiovascular y pulmonar, por ende, su tratamiento debe iniciarse de manera precoz.
“El proceso inflamatorio puede dañar las coronarias, las arterias del corazón que alimentan al corazón. Estos pacientes pueden desarrollar problemas de isquemias, infartos al miocardio, y muchas veces son infartos catastróficos, en donde muchas veces terminan con baipás coronario”, indicó.
Estudio
“Se contó con 457.561 pacientes (edad, 40-69 años) del Biobanco de Reino Unido. La fragilidad se evaluó utilizando el índice de fragilidad (FI [por sus siglas en inglés]; continuo) y el fenotipo modificado de fragilidad (robusto, prefrágil y frágil). Se evaluó la asociación entre las diferentes comorbilidades y la fragilidad prevalente en pacientes con osteoartritis y artritis reumatoide”, afirma
Es así cómo se llegó a la conclusión de que la cantidad de pacientes estudiados (457.531), el 1,1% (4.894), presentaron alguna predisposición de fragilidad ósea, y tomando en cuenta otro tipo de condiciones que se derivan de la reumatología dicho índice ascendía.
“Tomando en consideración la interacción entre la osteoartritis y cada una de las comorbilidades, la PA (IC 95 %) fue más alta para osteoartritis y diabetes y el riesgo de fragilidad también fue mayor (0,49; 0,42-0,55), seguido de osteoartritis y cardiopatía congénita (0,48; 0,41-0,55) y osteoartritis y depresión (0,47; 0,41-0,53)”, concluye el estudio.
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