"Existe mucha desinformación sobre la depresión y sus tratamientos", afirma psiquiatra

El uso excesivo de las redes sociales, la autoexigencia o la falta de estrategias para afrontar el estrés, son factores que pueden desembocar en una depresión.

Agencia SINC

    "Existe mucha desinformación sobre la depresión y sus tratamientos", afirma psiquiatra

    La Organización Mundial de la Salud informó que el 5 % de la población adulta padece depresión, una enfermedad en la que influyen diferentes factores tanto biológicos como psicológicos y sociales.

    Al respecto, el psiquiatra José Manuel Montes Rodríguez, experto en trastorno bipolar, depresión, ansiedad y Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), explicó las principales causas que llevan a que una persona padezca depresión.

    "Pueden ser, o bien ambientales, o bien de personalidad psicológica. Todos los relacionados con el estrés, pero no solo el ambiental, sino también el autoinfligido. Es decir, muchas veces depende de la forma en la que canalizamos las situaciones externas o cómo tratamos de adaptarnos a ellas", afirmó.

    El experto considera que existen rasgos de personalidad que se asocian al riesgo de tener depresión: el perfeccionismo, la autoexigencia personal, el querer tener control de las situaciones, tratar de que todas las circunstancias estén perfectamente contenidas, la anticipación a los problemas. Todos estos factores acrecientan el estrés, porque hacen vivir en una tensión constante.

    ¿Todos los factores son modificables?

    "De alguna manera, incluso los genéticos a veces pueden serlo. Se sabe que, dependiendo de determinadas situaciones, se puede generar una mayor resiliencia para evitar la depresión. Tratar de modificar nuestros rasgos de personalidad".

    El psiquiatra explicó que se puede aprender a ser más resiliente hacia la depresión desarrollando estrategias de afrontamiento del estrés y tratando de llevar una rutina saludable. No mantener demasiados períodos de tiempo en actividad en el trabajo, saber intercalar con situaciones de ocio, mantener la sociabilidad y la interacción interpersonal. Mantener una higiene del sueño, unos ritmos cronológicos adecuados y una dieta apropiada. 

    También se ha conocido que la depresión se concentra más en la población de edad productiva, pero cada vez hay más datos sobre la depresión en adolescentes, un aspecto preocupante en la sociedad.

    "Claramente, la depresión tiene unos picos de aparición que empiezan en la edad productiva de la vida. En la tercera o cuarta década de la vida laboral, los picos de prevalencia son más importantes. Pero ahora, se están observando cada vez más problemas de depresión, en particular, y de salud mental en general en la población adolescente", expresó.

    También añadió que, "eso es una tendencia que venía produciéndose en la última década y que se ha precipitado de una forma más clara en relación con la pandemia. Probablemente por el aislamiento que conllevaba la aparición de una situación que coartaba la libertad y generaba un distrés.

    ¿Pueden tener consecuencias permanentes o a largo plazo en los jóvenes?

    "Probablemente, este periodo haya dejado una cierta huella. Tener una afectación durante la adolescencia, puede incluso producir alteraciones cerebrales como las que estamos viendo con relación a las redes sociales u otros hechos constatados de traumáticos. Toda situación traumática deja una traza en el cerebro y esa huella, de momento, es más difícil de tratar. Esperemos que los nuevos avances lo logren revertir".

    En referencia a las redes sociales, ¿de qué forma están relacionadas con la depresión?

    "Es un factor añadido muy importante y que cada vez estamos viendo que son más relevantes. Hay estudios que avalan que la utilización excesiva de las redes sociales está provocando serias alteraciones en el funcionamiento cerebral en los adolescentes que las utilizan de una forma indiscriminada y muy sostenida. Producen unas alteraciones que además van a ser permanentes, difíciles de revertir y que favorecen sin duda este problema".

    Respecto al estigma, en su amplia en experiencia en centros hospitalarios, ¿cómo han evolucionado los prejuicios hacia esta enfermedad?

    El experto mencionó que cada hay vez menos. La depresión es una enfermedad que parece que está más aceptada popularmente. Sin embargo, todavía hay una cierta resistencia a acudir al psiquiatra. Hay mucha desinformación en relación con lo que es la enfermedad mental o la depresión y, respecto a los tratamientos, también hay prejuicios.

    ¿Cuál es la interpretación real que debe trasladarse?

    "La depresión es una enfermedad del cerebro. Es exactamente igual que un párkinson o cualquier otra. Afecta a un área que, en este caso, es la que controla las emociones. A través de sus conexiones con otras áreas cerebrales, va extendiéndose de alguna manera esa alteración. Cuando un circuito determinado de una zona cerebral está afectado, eso hace que no solo influya en las emociones. Entendemos fácilmente la sintomatología depresiva como una afectación de las emociones, pero no de la misma manera que haya alteraciones físicas o más somáticas, y también cognitivas", indicó.

    ¿Los tratamientos actuales son eficaces?

    "Existen muchos tratamientos con gran eficacia y, en general, tolerancia, pero ante determinadas situaciones más graves o cronificadas, tenemos más dificultades. A pesar de todo, cada vez vamos desarrollando nuevos fármacos".

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