Ocurre cuando el óvulo fecundado se adhiere a la pared del útero pero el embrión no crece o deja de hacerlo desde una etapa muy temprana.
Los embarazos anembrionarios son un tipo de aborto, conocido también como saco gestacional vacío. Este ocurre cuando el óvulo fecundado se adhiere a la pared del útero pero el embrión no crece o deja de hacerlo desde una etapa muy temprana.
La placenta y el saco gestacional siguen generando la misma alteración hormonal, de manera que es posible que se presenten los síntomas del embarazo, y de hecho, que las pruebas sean positivas. Es por esto que la pérdida se detecta tiempo después, mediante una ecografía. Posteriormente, se producen los síntomas del aborto espontáneo, como el dolor abdominal y sangrado vaginal que tiende a aumentar con el paso del tiempo.
Una posible causa, puede ser la existencia de anomalías genéticas o cromosómicas que se presentan en la fecundación; pueden estar relacionadas con una mala calidad del espermatozoide o el óvulo.
Normalmente, el cuerpo reconoce esta irregularidad e inicia espontáneamente el mecanismo de expulsión, En caso de que el aborto espontáneo no ocurra naturalmente, el médico puede sugerir un legrado para extraer el tejido disminuyendo el riesgo de sangrado e infecciones.
Las posibles causas
¿Es posible prevenirlos?
El embarazo anembrionario suele estar relacionado con déficit de ácido fólico y vitaminas B y K. La edad también es un factor de riesgo importante, pues algunos casos se han presentado en mujeres mayores de 40 años.
Es importante que una vez se presente la expulsión de la placenta y el saco gestacional, se realice nuevamente una ecografía para confirmar que el tejido ha salido por completo del cuerpo.
Las entidades de salud, frente a estos casos, suelen ofrecer apoyo emocional por la carga que esto puede significar para la mujer. En caso de que no sea el caso, se puede solicitar toda la ayuda que sea necesaria.
Haber pasado por un embarazo anembrionado, no quiere decir que más adelante no se pueda concebir. Por el contrario. Lo importante es que este proceso se encuentre bajo supervisión médica desde la primera sospecha de encontrarse en gestación.