Hay lesiones que no son evidentes físicamente, pero que no podemos pasar por alto ya que son internas y potencialmente peligrosas, como afectaciones a la médula espinal y fracturas de algunos huesos como las costillas, el cráneo o las extremidades.
Cuando un bebé llora inconsolablemente, tratamos de hacer todo lo que esté a nuestro alcance para poder calmarlo: tomarlo en brazos, cambiarlo de ambiente, revisar su pañal, brindarle el biberón o el pecho, alcanzarle juguetes, etc., y está bien. Lo que no debes hacer es zarandearlo para que se calme ya que este movimiento brusco puede provocarle una lesión cerebral grave o incluso la muerte.
Aunque sea en modo de juego, en un arranque de estrés o ira, así sea por unos segundos, zarandear o sacudir al bebé es una acción muy peligrosa, tanto que, desafortunadamente, según estudios, es la causa principal de fallecimientos de menores de un año en Estados Unidos. De hecho, la Asociación Española de Pediatría califica este comportamiento agresivo como frecuente, evidenciado en cerca de 20 a 25 casos por cada 100.000 bebés en todo el mundo.
¿Cómo sé si mi hijo tiene el síndrome del bebé sacudido?
En algunas ocasiones, el bebé puede no mostrar signos de alguna lesión física, como hay ocasiones en las que pueden aparecer pequeños hematomas o moretones en el rostro. Sin embargo, los síntomas más comunes de este síndrome pueden ser:
Hay lesiones que no son evidentes físicamente, pero que no podemos pasar por alto ya que son internas y potencialmente peligrosas, como afectaciones a la médula espinal y fracturas de algunos huesos como las costillas, el cráneo o las extremidades. Tristemente, la examinación en algunos niños que padecen de este síndrome ha evidenciado, también, lesiones y signos de maltrato infantil previo.
Sospecho que mi bebé ha sido sacudido, ¿qué debo hacer?
Lo principal es conseguir atención médica de inmediato, puesto que entre más tiempo pase, mayor será la probabilidad de daños severos. El bebé puede necesitar atención constante de especialistas en neurología, neurocirugía, ofalmología, endocrinología y pediatría.
Dependiendo de los daños que haya causado la brusquedad de los movimientos, el menor puede requerir apoyo de profesionales en medicina de rehabilitación, logopedia o terapia del habla, fisioterapia y/o terapia ocupacional.
¿Cómo prevenir el síndrome del bebé sacudido?
Lo principal, es que se tenga siempre claro que un bebe requiere de toda la paciencia posible. Nada justifica que sacudas a tu bebé y por ende, debes informar a quienes están cuidando de ellos que tampoco lo deben hacer.
Puedes generar estrategias que permitan calmar al niño como arrullarlo, hablarle, cantarle o lo que mejor te funcione. En muchas ocasiones está bien no saber cómo reaccionar ante un niño que llora incansablemente, y no sobra poder contar con el asesoramiento de profesionales, puede ser una buena opción para saber cómo reaccionar ante circunstancias de alto estrés.
El síndrome del bebé sacudido es totalmente prevenible, informa de qué se trata y qué consecuencias puede tener para el menor.