Aunque usted no fume, respirar el humo de otra persona también puede ser mortal. El humo de segunda mano ocasiona la muerte de 3.000 personas de cáncer.
Aunque usted no fume, respirar el humo de otra persona también puede ser mortal. El humo de segunda mano ocasiona la muerte de 3.000 personas de cáncer del pulmón y miles de muertes más con respecto a enfermedades del corazón todos los años en adultos que no fuman (en Estados Unidos y el mundo).
Así mismo, millones de niños están respirando el humo de segunda mano, tanto en espacios públicos como en sus propios hogares; y este humo puede ser particularmente nocivo para su salud debido a que sus pulmones todavía se están desarrollando.
Así que, si usted fuma donde están sus niños o si están expuestos al humo de segunda mano en otros lugares, pueden estar corriendo más peligro de lo que usted se imagina.
¿Qué es el humo de segunda y tercera mano?
El humo de segunda mano es también conocido como humo de tabaco en el ambiente, es el humo exhalado por un fumador y que proviene de la punta de un cigarrillo, pipa o cigarro encendidos. Muchas de estas sustancias son peligrosas. Se sabe que más de 50 de ellas causan cáncer y cada vez que los niños inhalan el humo de segunda mano, se ven expuestos a estas sustancias químicas.
Así mismo, el humo de tercera mano es el humo que queda después de fumar, es decir, las toxinas nocivas que quedan en los lugares donde las personas han fumado con anterioridad. El humo de tercera mano puede quedarse incluso en el cabello de un niño después de que un cuidador ha fumado cerca de él.
Consecuencias a largo plazo del humo de segunda mano
Los niños que crecen con padres fumadores tienen más probabilidades de fumar ellos mismos. Los niños y los adolescentes que fuman se ven afectados por los mismos problemas de salud que afectan a los adultos. El humo de segunda mano puede causarles problemas a los niños en el futuro, incluidos los siguientes:
¿Cómo se puede crear un entorno libre de humo?
Si usted fuma, una de las cosas más importantes que puede hacer por su propia salud y la de sus hijos es dejar de fumar. Dejar de fumar es la mejor forma de evitar que su hijo esté expuesto al humo de segunda mano.