Los niños pueden mentir también cuando se sienten estresados, quieren evitar un conflicto o llamar la atención.
Según estudios científicos, alrededor del 15 por ciento de los niños mienten deliberadamente, por lo que es necesario saber cuál es el motivo de este comportamiento y de qué forma puede evitar que su hijo se vuelva un mentiroso.
"Esta conducta depende de su desarrollo intelectual; sin embargo, a partir de los 6 años, el niño se dará cuenta de sus mentiras",
de acuerdo a una revista especializada en temas de niños y familia.
Niños entre los 2 y 4 años
Los niños, a menudo, inventan historias y llenan sus sueños de fantasías. Les gusta la fantasía y mienten o encubren la verdad proyectando un deseo. Los niños de esta edad no perciben la diferencia entre fantasía, imaginación y realidad. A veces dicen mentiras sin darse cuenta.
Niños entre los 4 y 7 años
Estos niños todavía tienen dificultades para distinguir la realidad de la fantasía. No son capaces de medir el impacto de sus mentiras, ni entender la relación entre causa y efecto ante algunos actos. También, creen que no van a ser regañados si se produce un evento del que no son responsables.
Niños de 6 a 7 años
Los niños han formado sus propios códigos y distinguen mejor la fantasía de la realidad.
Los adolescentes
Buscan su identidad y quieren experimentar diferentes situaciones, adoptar diversas conductas, romper las reglas establecidas por la sociedad, los códigos de anulación de la familia y el desprecio de la patria potestad.
Los especialistas creen que este paso es inevitable y necesario para el desarrollo del adolescente. Una especie de pasaje. Sin embargo, es importante que los padres traten abiertamente el tema de la mentira con sus hijos, compartan sus preocupaciones e insistan en que no es concebible ni aceptable que mientan a menudo o sistemáticamente. Los padres deben ser firmes.
La razón de sus mentiras
"Según la revista especializada, la mayor parte del tiempo los niños mienten para evitar sanciones o consecuencias que puedan derivarse de sus acciones. También, pueden mentir por miedo, en su beneficio, por temor al castigo, para atraer la atención de sus colegas, amigos, familiares".
Es una forma disfrazada de afirmar que existen para que nos preocupemos de ellos.
Mentir puede ser un problema importante cuando el niño causa perjuicio a terceros, actúa por venganza pura o egocentrismo, cuando los padres no pueden confiar en él, afecta a las relaciones con los hermanos, algunos miembros de la familia, amigos, compañeros de clase, compañeros del equipo de deporte, entre otros.
De acuerdo a la revista, los padres pueden seguir una serie de pasos ante las mentiras de sus hijos:
Tranquilízale y pídele que te explique sus motivos.
Dale la oportunidad de explicarse y defenderse. Desde tu perspectiva, ante una situación dada, explícale que la mentira no es la única solución.
La publicación también ofrece algunos consejos para evitar que su hijo diga mentiras.