El dolor durante el trabajo de parto se debe a las contracciones musculares y la presión que se ejerce sobre el cuello uterino.
Las mujeres lo describen generalmente como un cólico abdominal intenso que se extiende a la ingle y la espalda, sin embargo, se manifiestan de manera distinta en cada persona.
Algunas madres son más sensibles al dolor que otras, y los factores físicos como el tamaño del bebé son también influyentes en la intensidad de la molestia. Existen técnicas naturales para poder controlarlas, como los ejercicios de respiración, las técnicas de relajación que se aprenden en las clases de parto, sin embargo, hay quienes necesitan una ayuda adicional para aliviar el dolor.
Si estás cerca de tu primer parto, es importante que conozcas todas las alternativas disponibles para el parto, según tus preferencias y tu estado de salud.
Maneja el dolor sin medicamentos
- Técnicas de relajación: Son muy beneficiosas para disminuir las tensiones musculares, reducir los niveles de estrés y la sensación de dolor.
- Bañeras de dilatación: Algunos centros médicos disponen de bañeras con agua tibia como apoyo a la dilatación. Bajo el agua, el dolor mitiga el dolor de las contracciones, pues relaja los músculos perineales, y facilita el parto.
- Hipnosis: La hipnosis puede reducir el uso de analgésicos durante el trabajo de parto, pero no reducir el uso de la anestesia epidural. No hay una evidencia científica en la que se pruebe que tiene un 100% de eficacia, pero sí se ha comprobado que mejora la capacidad de afrontamiento al trabajo de parto.
- Yoga: Mucho se habla de los beneficios del yoga en la vida diaria, y el embarazo no es la excepción. Algunas posturas son favorables para el parto, el encajamiento correcto del bebé y la relajación de algunos músculos.
Tratamientos que requieren medicamento
- Analgésicos: Los analgésicos pueden dar una sensación de alivio temporal, pero no adormecen las zonas del cuerpo afectadas. Algunos medicamentos pueden causar efectos secundarios en la mujer, como somnolencia y náuseas. Otros, pueden tener efectos negativos sobre el bebé.
- Anestesia local: Es el método más usado por las mujeres para aliviar los dolores durante el parto. Esto se realiza mediante el bloqueo de sensaciones por debajo del ombligo, incluidas las paredes vaginales. Las anestesias epidurales pueden bajar la presión arterial de la madre y causar dificultades de micción.
- Tranquilizantes: No son propiamente recetados para aliviar el dolor, sino para reducir los síntomas de ansiedad que se pueden presentar en algunas mujeres, sin embargo, no son administrados con frecuencia por los posibles efectos que pueden desencadenar tanto en la madre, como en el bebé.