No es inusual que los niños a veces tengan sangre en su orina. La sangre en la orina de un niño puede tener causas diferentes, muchas de las cuales desaparecen por sí solas o se tratan con facilidad.
Cuando los niños presentan un sangrado inusual en la orina, tiende a ser motivo de preocupación para nosotros como padres, sin embargo, en la mayoría de los casos no representa una afección complicada o dificultades de salud para el menor. Hay dos tipos de hematuria: microscópica y macroscópica.
En ambos casos, se presentan pequeños escapes de sangre a la orina por cualquier parte de las vías urinarias, como los riñones, los uréteres, vejiga o uretra.
¿Qué causa el sangrado en la orina?
En los niños, la hematuria puede ser producto de alguno de estos factores:
En muy pocas ocasiones, la hematuria e sinónimo de complicaciones más graves como el cáncer de riñón o de vejiga, enfermedades de la sangre o la presencia de coágulos. Y por otra parte, muchos factores pueden confundir la alteración del color de la orina, como algunos alimentos, colorantes o menarquia (primera menstruación en las niñas).
Para poder iniciar un tratamiento, en caso de que sea necesario, el especialista debe diagnosticar la hematuria a pesar de análisis de sangre, cultivos de orina, ecografías renales, resonancias magnéticas y/o tomografías computarizadas.
¿Es necesario un tratamiento?
Por lo general, la hematuria no requiere de un tratamiento.
Ahora bien, si el profesional médico determina que la hematuria es consecuencia o síntoma de otra afección, se debe tratar esa otra condición. De igual manera, lo más probable es que el médico realice un seguimiento al niño para evaluar la condición y su salud en general.