La disquecia del lactante no requiere ningún tratamiento, ya que se soluciona en cuanto el sistema excretor del bebé madura. No hay ninguna necesidad de preocuparse ni alarmarse.
La disquecia es uno de los trastornos infantiles más frecuentes relacionados a la evacuación de desechos del organismo. Por lo general, se presenta con llanto, gritos, enrojecimiento facial y nerviosismo.
Estos síntomas llevan a confundir este trastorno con otras afecciones intestinales que suelen mejorar con un pujo constante y finalmente la deposición, sin embargo, la disquecia puede ser consecuencia de una inmadurez del sistema excretor, de manera que, en la mayoría de los casos, las molestias desaparecen obedeciendo a una maduración necesaria del mismo.
Asimismo, se puede presentar cuando hay un fallo de coordinación en la musculatura que se activan a la hora de la defecación. Generalmente, cuando el intestino del bebé está lleno y a punto de ser evacuado, no hay una relajación del esfínter anal que permita la salida de las heces. Los esfínteres se encuentran cerrados de forma natural evitando así escapes involuntarios, y en algunos casos lograr relajar y coordinar estas estructuras musculares puede tomar más tiempo de lo normal.
Síntomas de disquecia en los bebés
¿Cómo distingo la disquecia del estreñimiento?
La disquecia se conoce coloquialmente como el falso estreñimiento, debido a la similitud de sus síntomas, sin embargo los especialistas son enfáticos en distinguir las diferencias:
Alivia las molestias provocadas por la disquecia