¿Pérdida auditiva después de los 50 años? Podría ser presbiacusia: Síntomas, diagnóstico y cómo prevenirlo

La presbiacusia no solo dificulta la comunicación, sino que también puede alterar la vida diaria y afectar la salud mental de millones de personas en todo el mundo.

Laura Guio

    ¿Pérdida auditiva después de los 50 años? Podría ser presbiacusia: Síntomas, diagnóstico y cómo prevenirlo

    La pérdida auditiva relacionada con la edad, conocida como presbiacusia, se ha convertido en una de las condiciones más frecuentes entre los adultos mayores, con un impacto que trasciende la simple dificultad para escuchar.

     Este problema progresivo afecta la comunicación, altera la vida diaria y puede tener consecuencias significativas en la salud mental de quienes lo padecen.

    Una condición cada vez más prevalente

    Según datos de Johns Hopkins Medicine, aproximadamente uno de cada tres adultos entre 65 y 74 años presenta algún grado de pérdida auditiva, cifra que aumenta dramáticamente a casi la mitad en los mayores de 75 años. 

    Esta tendencia no se limita a Estados Unidos, sino que se replica en otras regiones con poblaciones envejecidas, como América Latina y España.

    La presbiacusia se caracteriza por una pérdida gradual de la capacidad auditiva en ambos oídos, especialmente en la percepción de sonidos agudos, como el timbre del teléfono o el pitido de un microondas.

    Causas multifactoriales: más allá del envejecimiento natural

    Aunque el envejecimiento natural del oído interno es el factor principal, la exposición prolongada a ruidos fuertes desempeña un papel crucial en el desarrollo de esta condición.

    "La exposición al ruido es la causa más común de pérdida auditiva después del envejecimiento", explicó la doctora Dunia Abdul-Aziz, otorrinolaringóloga de la Escuela de Medicina de Harvard.

    El daño puede producirse tras un solo evento extremadamente ruidoso, como una explosión, pero habitualmente resulta de la acumulación de años de exposición a sonidos intensos: conciertos, maquinaria, fuegos artificiales o el uso de auriculares a volumen elevado.

    Otros factores de riesgo incluyen la predisposición genética, enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes, infecciones, tabaquismo y ciertos medicamentos, incluyendo algunos antibióticos y quimioterapias.

    Señales de alerta que no deben ignorarse

    Los síntomas de la presbiacusia pueden manifestarse de diversas formas: dificultad para entender conversaciones especialmente en ambientes ruidosos, percepción de que las voces suenan apagadas o distorsionadas, necesidad de subir el volumen de dispositivos electrónicos y tendencia a evitar reuniones sociales por frustración o incomodidad.

    La prevención como clave fundamental

    Dado que el daño auditivo suele ser irreversible, la prevención cobra especial importancia. Los especialistas recomiendan evitar la exposición a ruidos fuertes, limitar el tiempo en ambientes ruidosos y utilizar protectores auditivos.

    "Usar tapones es lo mejor que puedes hacer para protegerte", afirmó la doctora Nandini Govil, otorrinolaringóloga pediátrica de Atlanta y Emory University.

    Diagnóstico temprano

    La detección precoz permite acceder a tratamientos que mejoran significativamente la calidad de vida. La Organización Mundial de la Salud recomienda realizar pruebas auditivas periódicas a partir de los 50 años, cada cinco años hasta los 64, y luego con mayor frecuencia.

    El doctor Frank Lin, profesor de otorrinolaringología en Johns Hopkins University, subrayó que "las pruebas auditivas dan un número, y los números no mienten".

    Los expertos coinciden en que ante cualquier cambio repentino en la audición, es fundamental acudir de inmediato a un otorrinolaringólogo o audiólogo, ya que el tratamiento temprano puede marcar la diferencia en la evolución del problema.

    Soluciones y adaptaciones disponibles

    Más allá de los tratamientos médicos tradicionales, existen múltiples dispositivos de asistencia que pueden mejorar la calidad de vida de las personas con presbiacusia: amplificadores telefónicos, aplicaciones que convierten voz en texto y sistemas de bucle auditivo en espacios públicos.

    Johns Hopkins Medicine destaca la importancia de adaptar el tratamiento a las necesidades individuales y de recibir orientación profesional para el uso adecuado de estos dispositivos, enfatizando que la pérdida auditiva no debe ser vista como una consecuencia inevitable del envejecimiento, sino como una condición que requiere atención médica especializada.


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