También conocida como 'Fuego de San Antonio', el ergotismo es una condición ahora rara que una vez causó brotes misteriosos en la Europa medieval.
La mujer, de 24 años, de forma repentina comenzó a sentir dolor y ardor en las piernas, de acuerdo al informe difundido por The New England Journal Medicine, luego de tomar ergotamina, una medicación para la migraña, la mujer experimentó sensación de ardor en las piernas y la pérdida de uno de los dedos de los pies.
¿Qué es el Ergotismo?
Su diagnóstico fue el de ergotismo, conocido como 'Fuego de San Antonio', una condición que ahora no es común, pero que en la época medieval causó misteriosos brotes. El medicamento que la mujer había consumido era derivado del mismo químico natural detrás de aquellos brotes en el pasado: Claviceps purpurea.
También presentó decoloración en los pies, dificultad para caminar y piernas frías al tacto.
Antecedentes de VIH
Esta mujer nació con VIH y toma varios medicamentos antivirales para tratar dicha condición. Examinando sus síntomas, los médicos concluyeron que se trataba de ergotismo, una enfermedad causada por la ingestión de compuestos venenosos que produce el hongo Claviceps Purpurea, el cual infecta los granos de cereales como el centeno.
Historia del Ergotismo
En la Edad Media, comer centeno contaminado provocó muchos brotes y los síntomas fueron ardor, dolor y gangrena en las extremidades, además de convulsiones y alucinaciones. En la revista JAMA Dermatology, se publicó un artículo en el año 2016 en el que los investigadores sospechaban que el ergotismo también estuvo detrás de los raros síntomas experimentados por las niñas que fueron acusadas de hechizo, en los juicios de bruja de Salem, en el siglo XVII.
C. purpurea produce compuestos llamados "alcaloides del cornezuelo de centeno", que provocan una reducción del flujo sanguíneo.
Ergotismo en la actualidad
Actualmente, muchos de los casos de ergotismo se deben a los tratamientos con alcaloides de cornezuelo. Uno de los medicamentos que pudiese provocar una interacción es el ritonavir, usado contra el VIH. La mujer en este caso lo tomaba.
Los médicos trataron el ergotismo con heparina, un fármaco anticoagulante, y los síntomas mejoraron pronto, pero no a tiempo como para evitar la gangrena en un dedo del pie izquierdo, el cual fue amputado.
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