Un estudio reciente revela cómo la somnolencia diurna y la falta de entusiasmo pueden aumentar el riesgo de demencia en un 35,5% en adultos mayores. Su intervención temprana puede ser un factor clave para prevenir esta enfermedad.
Un nuevo estudio publicado en la revista Neurology ha descubierto que la somnolencia diurna excesiva y la falta de entusiasmo pueden indicar un mayor riesgo de desarrollar demencia. Según la Dra. Victoire Leroy, líder del estudio, "la disfunción del sueño puede ser un factor de riesgo importante para la demencia".
El estudio analizó a 445 adultos mayores de 76 años y encontró que el 35,5% de los participantes que experimentaron somnolencia diurna excesiva y falta de entusiasmo desarrollaron el síndrome de riesgo cognitivo motor (MCR), en comparación con el 6,7% de los que no presentaron estos problemas.
"Establecer la relación entre la disfunción del sueño y el riesgo de MCR es importante porque la intervención temprana puede ofrecer la mejor esperanza para prevenir la demencia", afirman los autores del estudio.
La importancia del sueño
El sueño juega un papel crucial en la salud cerebral. "El sueño desempeña un papel en la 'limpieza' de las neurotoxinas acumuladas en el cerebro", explica la Dra. Leroy. "Además, estudios previos han demostrado una mayor acumulación de proteínas asociadas con la enfermedad de Alzheimer en individuos privados de sueño".
"Una posible vía alternativa o aditiva es a través de la activación de la respuesta inflamatoria cerebral, que se observa en la enfermedad de Alzheimer y demencias relacionadas", explicó el Dr. Leroy.
Síntomas de alerta
La somnolencia diurna excesiva y la falta de entusiasmo pueden ser síntomas de un problema subyacente. "Si usted se siente somnoliento durante sus actividades diarias a una edad avanzada, es posible que deba considerarlo más que un inconveniente", afirma el Dr. Richard Isaacson, director de investigación del Instituto de Enfermedades Neurodegenerativas de Florida.
Consejos para proteger tu cerebro
- Mantén un estilo de vida saludable.
- Come bien y mantén un peso estable.
- Mantén el cuerpo y el cerebro activos.
- Trata cualquier pérdida auditiva.
- Considera completar un cuestionario sobre el sueño.
- Analiza si un estudio del sueño en casa o en el hospital puede ser útil.
"Vivir un estilo de vida saludable puede aumentar la resiliencia del cerebro y probablemente reducir el riesgo de demencia", afirma la Dra. Tara Spires-Jones.
La causalidad inversa
Sin embargo, algunos expertos señalan que la causalidad inversa puede ser un factor. "La evidencia científica sugiere que cuando estás en las primeras etapas de la demencia, los cambios patológicos en el cerebro alteran el sueño", explica la Dra. Spires-Jones.
Además, según los expertos, es bien sabido que los trastornos del sueño, como el trastorno de conducta del sueño REM, pueden ser señales tempranas de enfermedades como: el Parkinson o la demencia con cuerpos de Lewy, dijo Isaacson.
Aunque no hay una cura para la demencia, la prevención es clave. "El tratamiento de los trastornos del sueño debería rendir frutos durante muchos años, incluso décadas, en la salud general del cerebro y la prevención de la demencia", afirma el Dr. Isaacson.
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