El consumo de alcohol y drogas pueden derivar en un síncope e incluso ocasionar complicaciones de salud más graves que un estado de inconsciencia.
El síncope vasovagal es el más común de los desmayos que ocurren en la población y se presenta cuando la parte del sistema nervioso que regula la frecuencia cardíaca y la presión arterial funciona incorrectamente como respuesta a un factor desencadenante.
Síncopes por ingerir alcohol etílico en exceso
A menudo el consumo excesivo de alcohol se relaciona con episodios de síncopes, debido a que las personas pasan del estado de desinhibición a la descoordinación y de los vómitos y mareos a la pérdida de conocimiento.
Sin embargo, también existen otras causas del síncope vasovagal, entre ellas se encuentra el estrés, la deshidratación, el calor, usar ropas apretadas, estar mucho tiempo de pie, la visión de sangre y ponerse inyecciones intramusculares o en vena.
En el síncope vasovagal la frecuencia cardíaca disminuye y los vasos sanguíneos de las piernas se dilatan. Esto puede hacer que se acumule sangre en las piernas, lo que hace que disminuya la presión arterial. Y una presión arterial más baja en combinación con una frecuencia cardíaca más lenta, reduce rápidamente el flujo de sangre hacia el cerebro y, en consecuencia, se produce el desmayo.
Del síncope a la intoxicación etílica, un estado de completa inconsciencia
Habitualmente poco antes de ocurrir el síncope, el paciente suele tener algunos síntomas premonitorios como son: el calor, sudoración, palidez de la piel, sensación de mareo, visión borrosa y náuseas; manifestaciones que en el contexto del alcohol pueden presentarse por ingerir grandes cantidades de este depresor del sistema nervioso central.
En consecuencia, cuando se produce la pérdida de conocimiento por ingerir alcohol, se puede complicar la situación de la persona hasta llegar a un coma etílico, que es una intoxicación causada por la ingesta masiva de alcohol etílico, el que se usa para elaborar las bebidas alcohólicas.
Asimismo, la persona que consuma alcohol en exceso puede desarrollar un síncope (pérdida de conocimiento) o incluso perder la capacidad de juicio, presentar incoordinación motora, marcha inestable y deterioro de la atención.
Síntomas de un síncope vasovagal y coma etílico
En el caso del síncope vasovagal, antes de que la persona se desmaye puede sentir lo siguiente:
Piel pálida
Aturdimiento
Visión de túnel: el campo de la visión se estrecha hasta ver solo lo que está enfrente
Náuseas
Sensación de calor
Sudor frío y húmedo
Visión borrosa
En el caso del coma etílico o intoxicación por alcohol, las manifestaciones pueden ser muy similares. Entre ellas se destaca: la inconsistencia, ausencia de reflejos, dilatación de pupilas, hipotensión, presión arterial baja e hipotermia, temperatura corporal baja.
De acuerdo con múltiples fuentes médicas, el desmayo en las personas que ingieren alcohol en exceso o que están intoxicados, puede causar que se golpeen al caer y que se pase por alto el peligro en el que se encuentran.
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