Los resultados arrojaron una efectividad del 86 % en detección de la enfermedad a partir de los registros de una sola noche, y aumentaba la calidad de rendimiento a un 95 por ciento, con los datos de 12 noches
Los síntomas de la enfermedad de Parkinson, comienzan con temblores en alguna de las manos, lentitud en los movimientos, rigidez y pérdida de equilibrio. Esto se debe a que las células nerviosas cerebrales pueden presentar daño y se da una caída en la producción de los niveles de dopamina.
Recientemente se publicó un estudio en la revista Nature Medicine, donde se muestra el potencial de una nueva técnica, llamada Katabi, la cual emplea el uso de inteligencia artificial para diagnosticar el párkinson mientras el paciente duerme.
¿Por qué se evalúa durante el sueño?
La ciencia en la medida que ha estudiado este tipo de trastornos, ha descubierto diferentes variables y condicionantes. Algunos resultados ya han concluido que esta afectación trastoca la respiración, con frecuencia años antes de que aparezcan los típicos signos motores.
Detección del riesgo de Párkinson con algoritmo
Este estudio actual es liderado por científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), quienes pensaron que el análisis de los patrones respiratorios podía tener valor para el diagnóstico, basados en los hallazgos que ha traído consigo la ciencia. Desarrollaron un conjunto de algoritmos conocidos como red neuronal, que es un sistema artificial de procesamiento de la información que simula, en cierta medida, el funcionamiento de las neuronas del cerebro. Dicha red clasifica si una persona puede padecer o no párkinson a partir de sus patrones de respiración nocturnos, después valora cuál es la gravedad con el paso del tiempo.
El dispositivo es de apariencia similar a un router wifi y este emite o recibe señales centradas en la persona. Según los investigadores, a través de estos registros, es posible analizar los movimientos respiratorios que realiza el individuo durante la noche, ya que no tiene que llevar en el cuerpo ningún sensor.
¿Cómo se realizó el estudio?
Los científicos convocaron a 6.954 voluntarios sanos, y 757 pacientes con párkinson. A partir de la muestra, obtuvieron datos de casi 12.000 noches con más de 120.000 horas de señales de respiración nocturnas. Para validar la precisión del sistema, se utilizó un grupo independiente de pacientes con párkinson, diferente del que se utilizó como entrenamiento para la inteligencia artificial.
La fiabilidad de Katabi (AI), depende del volumen de datos registrados de las personas mientras duermen. Los resultados arrojaron una efectividad del 86 % en detección de la enfermedad a partir de los registros de una sola noche, y aumentaba la calidad de rendimiento a un 95 por ciento, con los datos de 12 noches. Adicional a esto, el sistema pudo predecir el párkinson en personas que aún no habían recibido un diagnóstico médico con una fiabilidad del 75 %. Esto quiere decir que las personas con predisposición genética, son las que más pueden beneficiarse de la inteligencia artificial, al descubrir de manera temprana el trastorno.
Ciencia en beneficio de los pacientes
El uso del sistema beneficia a los pacientes por su costo, comodidad y sencillez, debido a que pueden hacerse los chequeos de manera casera sin necesidad de ir al hospital. Además, se puede hacer seguimiento a diario y detectar su evolución y progreso.
Sin embargo, Katabi sigue en etapa de estudio y evaluación que permitan confirmar su valor como sistema de diagnóstico, para ello se hace necesario aumentar la muestra poblacional, especialmente aquellos que sufren Párkinson y aún no han recibido validación médica.
Los medicamentos pueden controlar los síntomas del Parkinson
Esta enfermedad degenerativa es tras el alzhéimer, la más frecuente en el mundo. Las cifras que se tiene de momento concluyen que entre 120.000 y 150.000 personas la padecen en España. De las cuales el 70 por ciento de ellas tienen más de 65 años.
Cabe aclarar que actualmente no existe ningún biomarcador o prueba específica en el ámbito clínico que permita diagnosticar de forma clara y temprana el trastorno, así como para hacer seguimiento.
Cabe aclarar que entre el 50 al 80 % de las neuronas, que producen dopamina, ya han sufrido daños importantes en el párkinson. El diagnóstico puede demorar de uno a tres años, y el 25 % de los pacientes diagnosticados tienen en realidad otra enfermedad que provoca síntomas similares. Todos estos factores complican el tratamiento, que no es curativo, pero que se pueden intervenir los signos y síntomas, o retrasar su aparición o empeoramiento.
Fuente: Investigación y Ciencia