Esta innovación utiliza imágenes diagnósticas con protocolo DICOM como la tomografía computarizada, resonancias magnéticas o ultrasonido de diferentes partes del cuerpo, para visualizarlas en realidad virtual o para imprimirlas en 3D.
Esta investigación encabezada por Fabian Cortés Muñoz, director de investigaciones de la Clínica Shaio en Bogotá, surge a raíz de las necesidades de los pacientes en casos difíciles de patologías cardiovasculares y de vía aérea, en los que se empiezan a realizar estas impresiones, tanto para ayudar a los pacientes a entender su tratamiento, como para que el médico practique procedimientos antes de realizarlos.
A partir de evidencias previas, se ha orientado la planificación quirúrgica a la impresión 3D para así obtener un impacto significativo en el tratamiento de los pacientes.
María Carolina Rodríguez, ingeniera en investigaciones afirmó que “a través de la experiencia que han tenido enfocando esta tecnología al área cardiovascular y de vía aérea, han evidenciado que el médico ha tenido un apoyo adicional en el entendimiento de la anatomía y en mejorar la comunicación entre médico y radiólogo para comprender estas patologías”.
En el año 2017, se realizaron las primeras pruebas de aplicación de esta tecnología en patologías cardiovasculares de mayor complejidad, obteniendo óptimos resultados.
Desde entonces, ha sido posible aplicar la tecnología en otras especialidades como neurología, ortopedia y urología. “Gracias al impacto que hemos tenido en la Fundación por la aplicación de esta tecnología, se ha extendido la apliación de estas tecnologías en otras especialidades médicas, a fin de brindarle la mejor atención a los pacientes de la fundación” comentó Leonardo Pardo, ingeniero de investigación.
El método para realizar esta reconstrucción se inicia por medio de una tomografía, una resonancia magnética o ultrasonido, que permiten captar diferentes partes del cuerpo por medio de contrastes.
Una vez se ha identificado el modelo y la reconstrucción de la estructura anatómica de interés, este se somete a un proceso de revisión de grosores de acuerdo a las imágenes obtenidas, teniendo en cuenta el poligonaje de la malla del modelo.
Una vez revisado el modelo entre el medico tratante, el especialista en radiología y el equipo de ingenieros, se procede a elegir la tecnología de impresión a utilizar, la cual puede ser FDM (Modelado por deposición fundida) o SLA (Estereolitografía por foto-solidificación), donde el modelo se ajusta para ser impreso. Una vez culminado, se procede a realizar el postproceso del modelo y se verifica la integridad de la pieza.
Por otra parte, con la Estereolitografía se usan diferentes tipos de resina, la cual se va endureciendo con la incidencia de luz. Una vez obtenida la pieza, se realiza un post curado que consiste en llevar el modelo a una temperatura en específico por medio de radiación de luz hasta conseguir una dureza de material y superficie adecuadas", explicó Jorge Díaz, ingeniero en investigaciones.
El proceso de impresión para estos modelos puede variar de manera significativa dependiendo de las dimensiones, la complejidad del modelo, conformación de capas, la tecnología elegida y del material.
"En este proceso la impresión en 3D permite tener una noción más palpable de la patología del paciente. Esta herramienta le brinda al personal médico la posibilidad de realizar una planificación de los diferentes procedimientos quirúrgicos previo a la intervención” según afirmo Mabel Juliana Noguera, ingeniera en investigaciones.
“La idea no es solamente que se apoye a nivel clínico, sino poder llevarlo a un nivel educativo donde esto ayude a los estudiantes a tener un mejor reconocimiento a nivel práctico de la anatomía y las patologías relacionadas”, afirmó María Carolina Rodríguez, ingeniera en investigaciones.
Por su parte, el director de investigaciones Fabían Cortés Muñoz de la Fundación Clínica Shaio reconoce que “Esta tecnología, en nuestro caso, ha demostrado que tiene un alto impacto sobre los pacientes. La idea es poder utilizarla en el futuro en todos los pacientes con patologías complejas con el objetivo de disminuir la incertidumbre del tratamiento. De hecho, esta es una tecnología que se podría implementar en toda Colombia, puesto que los beneficios son muy notorios para las personas”.
Esta innovación también permite que los especialistas puedan tener un recorrido por medio de realidad virtual, en el que visualizan el órgano y reconocen las patologías y herramientas que se pueden utilizar con cada paciente.
El objetivo de esta investigación es brindar al médico herramientas de apoyo específicamente en la planificación quirúrgica, ya que la impresión 3D de modelos anatómicas con patologías de alta complejidad, permite una noción más palpable de la patología que tiene el paciente, así concluyeron los ingenieros de la investigación para la Revista de Medicina y Salud Pública.
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