La infección se propaga más comúnmente cuando estas esporas se inhalan después de salir al aire, como durante proyectos de demolición o de limpieza.
La histoplasmosis diseminada generalmente se asocia con condiciones inmunosupresoras como el SIDA. Sin embargo, los pacientes contagiados con SARS-CoV-2 neumonía son vulnerables a infecciones bacterianas y a la con co-infección con patógenos fúngicos.
Precisamente un caso de un paciente de 61 años que ingresó al hospital por neumonía COVID-19 y que, a pesar de la terapia adecuada, requirió traslado a la unidad de cuidados intensivos para ventilación mecánica invasiva, debido a la gravedad de su condición y empeoramiento en las funciones de las vías respiratorias.
Dos semanas después, se detectó coinfección por diseminación histoplasmosis, enfermedad infecciosa causada por la inhalación de esporas de un hongo llamado Histoplasma capsulatum.
Después del tratamiento inmediato con anfotericina B -antibiótico y antifúngico- e itraconazol -antifúngico-, el paciente logró ser extubado.
Los médicos autores del caso enfatizan en su artículo la necesidad de crear conciencia de esta posible co-infección fúngica en pacientes inmunocompetentes para evitar posibles retrasos en el diagnóstico y prevenir enfermedad grave y hasta la muerte.
La histoplasmosis también puede coexistir con otras enfermedades infecciosas como tuberculosis, neumonía por pneumocystis y criptococosis.
Además, la coinfección es más frecuente en pacientes con VIH/SIDA o terapia inmunosupresora prolongada como corticosteroides o inhibidores del factor de necrosis tumoral alfa.
Al momento del registro de esta caso, los autores mencionaron que solo se habían registrado dos de este tipo de co-infección entre histoplasmosis y COVID-19 en pacientes con VIH/ SIDA y cuatro casos de coinfección en inmunocompetentes pacientes encontrados.
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