En el año 1348, llegó una terrible enfermedad que se propagó por toda Europa y desencadenó muertes por esta.
Una pandemia llegó en el siglo XVI, entre el año 1346 y 1377, fue la que paralizó toda Europa. Desde ese momento la peste se convirtió en una inseparable pandemia en el territorio, su último brote fue el siglo XVIII. Sin embargo este mal no se volvió a manifestar, pero si habían otras afecciones endémicas que seguían llegando a la población, como la disentería , la gripe, el sarampión y la lepra, una de las más temidas.
La peste tuvo un impacto fuerte, por un lado era un virus que no tenía aviso, era desconocido y fatal, donde no se sabía cuál era su origen y por otro lado estaba afectando a todo el mundo.
Origen y propagación
La peste negra apareció a mediados del siglo XIV y esta se extendió rápidamente por las regiones de la cuenca mediterránea y el resto de Europa. Esta se encontró en la ciudad comercial de Caffa lo que actualmente se conoce como Feodosia, en la península de Crimea a orillas del Mar Negro.
En el año 1346, Caffa estaba ascendida por el ejército mongol y en las filas se manifestó la enfermedad, se sugirió que fueron los mongoles quienes extendieron el contagio ya que arrojaban sus fallecidos mediante catapultas al interior de los muros y era probable que la bacteria penetra a través de ratas infectadas y al enterarse de la pandemia los mercaderes genoveses que tenían una colonia comercial huyeron llevando con ellos bacilos hacia los puntos de destino como Italia, donde se difundió por el resto del continente.
“La transmisión se produjo a través de barcos y personas que transportaban los agentes, las ratas , entre las mercancías o en sus propios cuerpos”.
Se sugiere que la peste , ante todo, fuera una peste bubónica. Las grandes ciudades comerciales eran los primeros focos de ingreso. Desde ese momento se empezó a transmitir de ciudades grandes a pequeñas, la peste se propagaba a través de las rutas marítimas, fluviales y terrestres del comercio internacional.
La península ibérica, por un lado, puede haber sobrepasado entre el 60 y 65% de fallecimientos a causa de la peste negra. En Cataluña hubo entre el 50 y el 70% de mortalidad, en Perpiñán afecto entre el 58 y 60% de los notarios y jurisperitos, tasa parecida que afectó a el clero de Inglaterra, mientras que en Toscana, región Italiana perdió entre el 50 y 60 % de su población. En términos generales, 80 millones de europeos quedaron reducidos a tan solo 30 millones entre 1347 y 1353.
Los brotes que siguieron surgiendo en estos años cortaron de raíz la recuperación demográfica de Europa, que no se llegó a consolidar hasta casi 100 años después. A causa de esta peste se produjo un incremento de los salarios, a causa de la escasez de trabajadores, también se produjo emigración del campo a las ciudades que se fueron recuperando. Por otro lado los campesinos lograron acceder a tierras abandonadas y esto impulsó la economía rural.